CIUDAD DEL VATICANO, 10 ABR 2002 (VIS) - El Salmo 79, "Visita, oh Señor, tu viña", fue el tema de la catequesis del Papa durante la audiencia general celebrada este miércoles en la Plaza de San Pedro.
El Salmo, dijo el Santo Padre, "es una lamentación y una súplica de todo el pueblo de Israel. (...) El Señor es invocado como 'pastor de Israel'", que "desde lo alto del arca de la alianza, sentado sobre los querubines, guía su rebaño, es decir a su pueblo, y lo protege de los peligros".
Utilizando la imagen de la viña, "signo de fecundidad y de alegría", el Salmo evoca las "principales etapas de la historia hebrea". La viña "representa por un lado el don, la gracia, el amor de Dios; por otro, exige al trabajo del campesino (...) y por tanto representa la respuesta humana, el compromiso personal y el fruto de obras justas".
"El Salmo recuerda que por la viña de Dios ha pasado la tempestad, es decir, Israel ha sufrido una prueba spera, una dura invasión que ha devastado la tierra prometida. (...) Por eso, dirige a Dios un llamamiento urgente para que vuelva a defender a las víctimas, rompiendo su silencio".
El Papa terminó subrayando que el Salmo 79 es "un canto muy marcado por el sufrimiento, pero también por una fe inquebrantable. Dios está siempre dispuesto a 'volver' a su pueblo, pero es necesario que también su pueblo 'vuelva' a El en la fidelidad. Si nos convertimos del pecado, el Señor se 'convertir ' de su intención de castigar: esta es la convicción del salmista, que encuentra eco en nuestros corazones, abriéndolos a la esperanza".
Al saludar en italiano a los peregrinos presentes al final de la audiencia, Juan Pablo II dijo: "Invito ahora a todos a uniros a mí en la oración para implorar del Señor la paz en Tierra Santa. Pidamos a la Virgen Santa que interceda para que los esfuerzos actuales de varias partes tengan éxito y se supere la tr gica situación en la que se encuentran aquellas poblaciones tan probadas. ¡Oración por la paz en Tierra Santa!".
AG;SALMO 79;...;...;VIS;20020410;340;
El Salmo, dijo el Santo Padre, "es una lamentación y una súplica de todo el pueblo de Israel. (...) El Señor es invocado como 'pastor de Israel'", que "desde lo alto del arca de la alianza, sentado sobre los querubines, guía su rebaño, es decir a su pueblo, y lo protege de los peligros".
Utilizando la imagen de la viña, "signo de fecundidad y de alegría", el Salmo evoca las "principales etapas de la historia hebrea". La viña "representa por un lado el don, la gracia, el amor de Dios; por otro, exige al trabajo del campesino (...) y por tanto representa la respuesta humana, el compromiso personal y el fruto de obras justas".
"El Salmo recuerda que por la viña de Dios ha pasado la tempestad, es decir, Israel ha sufrido una prueba spera, una dura invasión que ha devastado la tierra prometida. (...) Por eso, dirige a Dios un llamamiento urgente para que vuelva a defender a las víctimas, rompiendo su silencio".
El Papa terminó subrayando que el Salmo 79 es "un canto muy marcado por el sufrimiento, pero también por una fe inquebrantable. Dios está siempre dispuesto a 'volver' a su pueblo, pero es necesario que también su pueblo 'vuelva' a El en la fidelidad. Si nos convertimos del pecado, el Señor se 'convertir ' de su intención de castigar: esta es la convicción del salmista, que encuentra eco en nuestros corazones, abriéndolos a la esperanza".
Al saludar en italiano a los peregrinos presentes al final de la audiencia, Juan Pablo II dijo: "Invito ahora a todos a uniros a mí en la oración para implorar del Señor la paz en Tierra Santa. Pidamos a la Virgen Santa que interceda para que los esfuerzos actuales de varias partes tengan éxito y se supere la tr gica situación en la que se encuentran aquellas poblaciones tan probadas. ¡Oración por la paz en Tierra Santa!".
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