CIUDAD DEL VATICANO, 24 FEB 2002 (VIS) - El cardenal Camillo Ruini, vicario general del Papa para la diócesis de Roma, presidió la Santa Misa para la comunidad filipina residente en Roma, en la basílica de Santa Pudenziana al Viminale.
La visita pastoral de Juan Pablo II a esta basílica ha sido aplazada debido a que, como informó ayer por la tarde el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, el Papa padece un dolor articular en la rodilla derecha, originado por una artrosis.
La homilía, preparada por el Santo Padre, fue leída por el cardenal Ruini. "Con gran alegría -dice al inicio- saludo a los que están comprometidos en la capellanía católica filipina aquí en Roma, mejor conocida como 'Sentro Pilipino", que coordina 38 centros pastorales esparcidos por la ciudad, y que atiende las necesidades espirituales, morales y sociales de decenas de miles de inmigrantes filipinos".
Comentando la primera lectura de la misa de hoy tomada del Libro del Génesis, "en la que Dios promete a Abraham dos cosas que parecen imposibles: un hijo y una tierra", el Papa afirma que al bendecir al santo patriarca con estas dos cosas, "Dios le ofrece una vida que es más grande que la muerte. (...) La promesa hecha a Abraham alcanza su plenitud solo cuando la muerte misma es destruida; y la muerte es derrotada cuando Cristo es elevado a una nueva vida".
"'Sal de tu tierra y de la casa de tu padre hacia la tierra que te mostraré', dijo Dios a Abraham. Muchos de vosotros ya habéis hecho esto: habéis abandonado casa y familia, de modo que según vuestras peculiaridades lleguéis a ser una bendición para vuestros seres queridos en Filipinas, contribuyendo a su sustento económico, proporcionando mayores oportunidades culturales y sociales para vuestros hijos y familias. La separación es difícil y el coste es alto, pero es un precio que estáis dispuestos a pagar en un mundo difícil y a menudo injusto".
HML;...;...;SANTA PUDENZIANA;VIS;20020225;320;
La visita pastoral de Juan Pablo II a esta basílica ha sido aplazada debido a que, como informó ayer por la tarde el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, el Papa padece un dolor articular en la rodilla derecha, originado por una artrosis.
La homilía, preparada por el Santo Padre, fue leída por el cardenal Ruini. "Con gran alegría -dice al inicio- saludo a los que están comprometidos en la capellanía católica filipina aquí en Roma, mejor conocida como 'Sentro Pilipino", que coordina 38 centros pastorales esparcidos por la ciudad, y que atiende las necesidades espirituales, morales y sociales de decenas de miles de inmigrantes filipinos".
Comentando la primera lectura de la misa de hoy tomada del Libro del Génesis, "en la que Dios promete a Abraham dos cosas que parecen imposibles: un hijo y una tierra", el Papa afirma que al bendecir al santo patriarca con estas dos cosas, "Dios le ofrece una vida que es más grande que la muerte. (...) La promesa hecha a Abraham alcanza su plenitud solo cuando la muerte misma es destruida; y la muerte es derrotada cuando Cristo es elevado a una nueva vida".
"'Sal de tu tierra y de la casa de tu padre hacia la tierra que te mostraré', dijo Dios a Abraham. Muchos de vosotros ya habéis hecho esto: habéis abandonado casa y familia, de modo que según vuestras peculiaridades lleguéis a ser una bendición para vuestros seres queridos en Filipinas, contribuyendo a su sustento económico, proporcionando mayores oportunidades culturales y sociales para vuestros hijos y familias. La separación es difícil y el coste es alto, pero es un precio que estáis dispuestos a pagar en un mundo difícil y a menudo injusto".
HML;...;...;SANTA PUDENZIANA;VIS;20020225;320;
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