CIUDAD DEL VATICANO, 23 FEB 2002 (VIS) - Juan Pablo II recibió esta mañana a los participantes en el III Foro Internacional promovido por la Fundación Alcide De Gasperi para la democracia, la paz y la cooperación internacional, que están reflexionando estos días sobre Europa.
El Papa recordó que "la dolorosa fractura religiosa entre Occidente, en gran parte católico, y Oriente, en gran parte ortodoxo, ha sido uno de los factores que han impedido la plena integración de algunos pueblos eslavos en Europa, con repercusiones negativas antes que nada para la Iglesia, que tiene necesidad de respirar 'con dos pulmones': el occidental y el oriental. Por eso, me he interesado por el diálogo entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas en vista de la plena unidad".
"Lo que más me preocupa de Europa es que conserve y haga fructificar su patrimonio cristiano. Porque, no se puede negar que el continente hunda sus propias raíces, además de en el patrimonio greco-romano, en el judeo-cristiano, que ha constituido durante siglos su alma más profunda. (...) Incluso los modos de pensar y de sentir, de expresarse y de comportarse de los pueblos europeos han recibido un profundo influjo cristiano".
El Santo Padre constató que a partir del siglo XVIII ha habido "un proceso de secularización que ha pretendido excluir a Dios y al cristianismo de todas las expresiones de la vida humana". Se ha llegado a relegar a la religión cristiana a la vida privada. "¿No es significativo desde este punto de vista -preguntó- que de la Carta de Europa se haya eliminado toda referencia explícita a las religiones, y por tanto, también al cristianismo? He manifestado mi tristeza por este hecho, que considero antihistórico y ofensivo para los Padres de la nueva Europa, entre los que ocupa un lugar preeminente Alcide De Gasperi".
"En virtud del mensaje cristiano -continuó- se han afirmado en las conciencias los grandes valores humanos de la dignidad y de la inviolabilidad de la persona, de la libertad de conciencia, de la dignidad del trabajo y del trabajador, del derecho de cada uno a una vida digna y segura y por tanto a la participación en los bienes de la tierra, destinados por Dios al goce de todos los hombres".
El Papa subrayó que "estos valores los vuelve a proponer hoy la Iglesia con renovado vigor a Europa, que corre el riesgo de caer en el relativismo ideológico y de ceder al nihilismo moral, declarando a veces bien lo que está mal y mal lo que está bien. Mi deseo es que la Unión Europea consiga nueva fuerza del patrimonio cristiano que le es propio, ofreciendo respuestas adecuadas a los nuevos interrogantes que se proponen sobre todo en el campo ético".
AC;EUROPA;...;FUNDACION DE GASPERI;VIS;20020225;450;
El Papa recordó que "la dolorosa fractura religiosa entre Occidente, en gran parte católico, y Oriente, en gran parte ortodoxo, ha sido uno de los factores que han impedido la plena integración de algunos pueblos eslavos en Europa, con repercusiones negativas antes que nada para la Iglesia, que tiene necesidad de respirar 'con dos pulmones': el occidental y el oriental. Por eso, me he interesado por el diálogo entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas en vista de la plena unidad".
"Lo que más me preocupa de Europa es que conserve y haga fructificar su patrimonio cristiano. Porque, no se puede negar que el continente hunda sus propias raíces, además de en el patrimonio greco-romano, en el judeo-cristiano, que ha constituido durante siglos su alma más profunda. (...) Incluso los modos de pensar y de sentir, de expresarse y de comportarse de los pueblos europeos han recibido un profundo influjo cristiano".
El Santo Padre constató que a partir del siglo XVIII ha habido "un proceso de secularización que ha pretendido excluir a Dios y al cristianismo de todas las expresiones de la vida humana". Se ha llegado a relegar a la religión cristiana a la vida privada. "¿No es significativo desde este punto de vista -preguntó- que de la Carta de Europa se haya eliminado toda referencia explícita a las religiones, y por tanto, también al cristianismo? He manifestado mi tristeza por este hecho, que considero antihistórico y ofensivo para los Padres de la nueva Europa, entre los que ocupa un lugar preeminente Alcide De Gasperi".
"En virtud del mensaje cristiano -continuó- se han afirmado en las conciencias los grandes valores humanos de la dignidad y de la inviolabilidad de la persona, de la libertad de conciencia, de la dignidad del trabajo y del trabajador, del derecho de cada uno a una vida digna y segura y por tanto a la participación en los bienes de la tierra, destinados por Dios al goce de todos los hombres".
El Papa subrayó que "estos valores los vuelve a proponer hoy la Iglesia con renovado vigor a Europa, que corre el riesgo de caer en el relativismo ideológico y de ceder al nihilismo moral, declarando a veces bien lo que está mal y mal lo que está bien. Mi deseo es que la Unión Europea consiga nueva fuerza del patrimonio cristiano que le es propio, ofreciendo respuestas adecuadas a los nuevos interrogantes que se proponen sobre todo en el campo ético".
AC;EUROPA;...;FUNDACION DE GASPERI;VIS;20020225;450;
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