Ciudad
del Vaticano, 18 de diciembre de 2015 (Vis).-La Comisión Bilateral
de las delegaciones del Gran Rabinato de Israel y de la Pontificia
Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaismo ha
celebrado el 16 y el 17 de diciembre su decimotercera reunión en
Jerusalén en las oficinas de la Fundación Konrad Adenauer sobre el
tema ''Migrantes y refugiados: ¿amenaza u oportunidad?''. Al final
de la misma, la Comisión difundió una declaración conjunta que
comienza con el recuerdo del cardenal Jorge Mejía, fallecido
recientemente y primer copresidente de ese organismo y el deseo de
pronta recuperación del rabino jefe Shear Yashuv Cohen.
La
delegación judía aprovechó la oportunidad para expresar su
satisfacción por el nuevo documento "Los dones y la llamada
de Dios son irrevocables" de la Pontificia Comisión para las
Relaciones Religiosas con el Judaísmo con motivo del quincuagésimo
aniversario de la Declaración del Concilio Vaticano II ''Nostra
Aetate'', escrito para los fieles católicos como una reflexión
teológica sobre la relación de la Iglesia con el pueblo judío.
La
reunión, encabezada por el rabino Rasson Arousi y por el cardenal
Peter Kodwo Appiah Turkson, Presidente del Pontificio Consejo
Justicia y Paz, se centró ante todo en la crisis humanitaria que
plantea al mundo actual el éxodo de cientos de miles de refugiados
que buscan asilo, y se abordaron una serie de cuestiones
relacionadas con este tema: la tensión entre la obligación de
acoger y "amar al forastero como a sí mismo" y las
responsabilidades propias de la identidad, la sociedad, la comunidad
y la misión religiosa específica; el desafío de la emigración,
que plantea un interrogante sobre la plenitud y autenticidad de la
existencia y la experiencia humanas, así como exigencias morales de
respeto a la dignidad de la persona que no pueden ser ignoradas.
Durante
el encuentro se reiteró que los judíos y los cristianos están
llamados a enfrentar estos retos y a hacer todo lo posible para
garantizar que la imagen divina, a cuya semejanza está creada toda
la humanidad, sea respetada y fomentada entre las poblaciones de
migrantes y refugiados.
Asimismo,
judíos y cristianos, deben ver en los inmigrantes un recurso bendito
que debe ser acogido y respetado por su dignidad humana, y como
potencial para contribuir al crecimiento positivo y al desarrollo de
la sociedad, y contribuir a que la opinión pública y las
legislaturas regulen y apliquen de manera más eficaz los protocolos
de inmigración, conscientes de los destinos preferidos de los
propios migrantes.
Por
último se invitó a la Comisión Bilateral a una presentación de
las iniciativas israelíes para hacer frente a la difícil situación
de los refugiados y las víctimas de los conflictos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario