Ciudad
del Vaticano, 10 de noviembre de 2015 (Vis).-El Papa Francisco llegó
poco antes de las 8.00 al estadio Lungobisenzio en la ciudad italiana
de Prato, primera y breve etapa de su visita en la región de
Toscana. Desde allí se dirigió a la plaza de la catedral donde lo
esperaban miles de personas, algunas de las cuales habían
transcurrido allí toda la noche para saludar al Pontífice. Buena
parte eran trabajadores a los que dirigió un discurso en que reiteró
la dignidad del trabajo y la condena a la explotación. Tampoco faltó
una referencia a los miembros de la comunidad china residente en esa
localidad que fallecieron el año pasado asfixiados en un almacén en
el que trabajaban y vivían clandestinamente.
Francisco,
que afirmó que había ido a Prato como un peregrino de paso, aunque
le hubiera gustado poder quedarse más en ''la ciudad de María'',
comenzó citando el relato bíblico de la liberación del pueblo de
Israel, cuando el Señor pide a los judíos que coman la cena de
Pascua, con ''los lomos ceñidos''.
''Ceñirse
la ropa -explicó- significa estar listos, prepararse a salir para
ponerse en camino... para compartir la alegría de haber encontrado
al Señor y también el esfuerzo de caminar por su senda. Se nos
pide que salgamos para acercarnos a los hombres y a las mujeres de
nuestro tiempo. Salir significa arriesgarse pero no hay fe sin
riesgo. Una fe que piensa en sí misma y se encierra en casa no es
fiel al Señor, que llama a su pueblo a tomar la iniciativa y a
participar sin miedo. Frente a las transformaciones a veces
frenéticas de los últimos años, existe el peligro de sucumbir al
torbellino de los acontecimientos, perdiendo el valor de buscar la
ruta.... Pero el Señor, que quiere llegar a los que no le aman, nos
urge... Pide a la Iglesia, su esposa, que camine por los senderos
escarpados de hoy, que acompañe a los que han perdido su camino,
que plante tiendas de esperanza, donde demos la bienvenida a
aquellos que están heridos y no esperan nada de la vida''.
''Para
un discípulo de Jesús ninguna cercanía puede transformarse en
lejanía. No hay lejanos que estén demasiado distantes, sino sólo
prójimos a los que llegar'', afirmó Francisco dando a continuación
las gracias a los ciudadanos de Prato por sus continuos esfuerzos
para integrar en esa comunidad a cada persona '' contrastando la
cultura de la indiferencia y del descarte''. ''En tiempos marcados
por incertidumbres y temores -añadió-, son encomiables vuestras
iniciativas de apoyo a los más débiles y a las familias, que
también os habéis comprometido a "adoptar". Mientras
buscáis las mejores posibilidades concretas de inclusión, no os
desaniméis ante las dificultades. No os resignéis frente a las
que parecen difíciles situaciones de convivencia; estad siempre
motivados por el deseo de establecer "términos de proximidad"
reales''.
Por
último, Francisco recordó que San Pablo invita a los cristianos a
ceñir una armadura especial, la armadura de Dios... ''Debemos
ceñirnos de verdad -recalcó-No se puede construir nada bueno sobre
tramas de mentiras o de falta de transparencia. Buscar y elegir la
verdad no es fácil; pero es una decisión vital, que debe
caracterizar profundamente la existencia de cada ser humano y también
de la sociedad, para que sea más justa, más honesta. El carácter
sagrado de todo ser humano exige para cada uno de ellos respeto,
acogida y un trabajo digno. ¡Trabajo digno! Yo me permito recordar
aquí a los cinco hombres y a las dos mujeres de nacionalidad china
muertos hace dos años a causa de un incendio en la zona industrial
de Prato. Vivían y dormían en el mismo edificio industrial en que
trabajaban: en un rincón se había construido un pequeño dormitorio
de cartón yeso, con literas para aprovechar la altura de la
estructura. Es una tragedia de la explotación y de las condiciones
inhumanas de vida. ¡Eso no es un trabajo digno! La vida de cada
comunidad exige que luchemos hasta el final, contra el cáncer de la
corrupción, el cáncer de la explotación humana y laboral y el
veneno de la ilegalidad. Dentro de nosotros mismos y con los demás,
no cejemos nunca de luchar por la verdad y la justicia''.
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