Ciudad
del Vaticano, 7 de mayo 2015 (VIS).-La convivencia pacífica entre
los fieles de distintas religiones, la salvaguardia del diálogo
interreligioso, el compromiso común de cristianos y musulmanes en la
defensa del patrimonio cultural, la promoción de las mujeres y la
consolidación de la familia, han sido algunos de los temas que el
Papa Francisco ha abordado en el discurso que esta mañana ha
entregado a los obispos de la Conferencia Episcopal de Malí al final
de su visita ''ad Limina'' y del que reproducimos a continuación
amplios extractos:
''Quisiera
dirigir vuestra atención hacia la persona de Cristo en la delicada
situación que desde hace algunos años vive vuestro país que, entre
otras, se enfrenta también con dificultades de seguridad. Esta
situación ha perjudicado a veces la convivencia entre los diversos
componentes de la sociedad, socavando también la armonía entre los
hombres y mujeres de distintas religiones presentes en la tierra de
Malí, rica de un pasado glorioso, sinónimo de tradiciones
admirables, entre las que se cuentan la tolerancia y la cohesión.
Doy gracias a vuestra Conferencia Episcopal por haber sabido, en este
contexto delicado, preservar el espíritu del diálogo
interreligioso. El compromiso conjunto de los cristianos y musulmanes
para salvaguardar los tesoros culturales de Malí, sobre todo las
grandes bibliotecas de Tombuctú, patrimonio la humanidad, es un
ejemplo elocuente. A vuestro regreso, me gustaría que manifestaséis
mi cercanía no solo a vuestros fieles, sino también a vuestros
conciudadanos de todas las clases sociales y religiones, a los
hombres y mujeres de buena voluntad que participan en la lucha contra
la intolerancia y la exclusión''.
''En
esta situación, las comunidades cristianas y sus pastores están
llamados a dar un testimonio de fe todavía más incisivo, fundado
en una aceptación incondicional de los valores del Evangelio. Ya
seguís este camino a través de la traducción de la Biblia en las
lenguas locales porque para vivir la Palabra de Dios y dar
testimonio fiel primero debemos conocerla, frecuentarla asiduamente
y asimilarla. En este sentido, los esfuerzos realizados en vuestras
diócesis para la elaboración de nuevos manuales de catequesis deben
ser bienvenidos: gracias a una formación sólida, los fieles
enraizan aún más su vida en la fe y se fortalecen para resistir a
todo lo que la amenaza''.
''A
pesar de los graves problemas que tiene que afrontar, la Iglesia en
Malí manifiesta un gran dinamismo en su obra de evangelización,
salvaguardando siempre un profundo respeto por las conciencias. Los
seguidores de Cristo crecen en número y fervor. Pero el testimonio
cristiano en la familia necesita mayor coherencia: en vuestro
contexto cultural también marcado por el divorcio y la poligamia,
los católicos están llamados a anunciar concretamente a través de
su testimonio el Evangelio de la vida y de la familia. También os
animo a continuar vuestro trabajo pastoral prestando una atención
particular a la situación de la mujer: promover el papel de la mujer
en la sociedad y combatir cualquier abuso y violencia contra ella
también es una forma de anunciar el Evangelio de Jesucristo que
quiso nacer de una mujer, la Virgen María''.
''Si
en cualquier Iglesia particular, la sinergia inspirada por la
caridad es necesaria para asegurar su credibilidad, en vuestro
contexto, la caridad y la unidad vividas dentro de la Iglesia
constituyen uno de los presupuestos más importantes para el
diálogo fructífero con otras religiones, en tanto que expresión de
auténtico testimonio cristiano … Y sería deseable que también se
multiplicasen esos testimonios por parte de los miembros de otras
religiones hacia nuestras comunidades cristianas ....Por otra parte
el Evangelio vivido en su dimensión auténtica del amor al prójimo
debe inspirar la pastoral social: la Iglesia está presente en Malí
en el campo de la educación para la paz y vuestras comunidades
cristianas contribuyen activamente a la promoción una verdadera
reconciliación nacional. Mientras os felicito por vuestra
sensibilidad pastoral en el campo de la promoción humana, sin
consideraciones de carácter ético o religioso, quisiera rendir
homenaje a los muchos cristianos que difunden la cultura de la
solidaridad y la hospitalidad, especialmente para hacer frente a la
violencia de la últimos años''.
''Queridos
hermanos en el episcopado, fortalecidos por la promesa del Señor que
prometió estar al lado de los suyos hasta el fin del mundo, estoy
convencido de que a pesar de las dificultades en su camino, la
Iglesia en Malí sigue siendo un testimonio de esperanza y de
paz''.
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