Ciudad del Vaticano, 11 de marzo 2015
(VIS).-El cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, ha dado esta
mañana una Lectio Magistralis en la Universidad Gregoriana de Roma,
durante el ''Dies Academinus'', la jornada anual de estudios dedicada
a un tema que las diversas secciones del Ateneo analizan desde
varios puntos de vista (teológico, filosófico, histórico, bienes
culturales, derecho canónico, ciencias sociales, misiología,
psicología, espiritualidad, etc...) El tema de este año era ''La
paz: don de Dios, responsabilidad humana, compromiso cristiano''. El
título de la ''Lectio Magistralis'' del cardenal Secretario de
Estado ha sido ''La actividad diplomática de la Santa Sede al
servicio de la paz''.
''La
acción diplomática de la Santa Sede – dijo el purpurado- no se
contenta con observar los acontecimientos o evaluar su repercusión,
ni puede ser solamente una voz crítica. Está llamada a actúar para
facilitar la coexistencia y la convivencia entre las diversas
naciones, para promover la fraternidad entre los pueblos, allí donde
el término fraternidad es sinónimo de colaboración fáctica, de
cooperación verdadera, concorde y ordenada, de una solidaridad
estructurada en ventaja del bien común y del bien individual. Y el
bien común, como sabemos, con la paz tiene más de un lazo. La Santa
Sede, en substancia, actúa en el escenario internacional, no para
garantizar una seguridad genérica -que se ha hecho muy difícil en
este período de inestabilidad perdurable- sino para sostener una
idea de paz, fruto de relaciones justas, de respeto de las normas
internacionales, de tutela de los derechos humanos fundamentales,
empezando por los de los últimos, los más vulnerables''.
''La
diplomacia de la Santa Sede tiene una clara función eclesial: si es
ciertamente el instrumento de comunión que une al Romano Pontífice
con los Obispos que encabezan las Iglesias locales o que permite
garantizar la vida de las Iglesias locales con respecto a las
Autoridades civiles, me atrevería a decir que es también el
vehículo del Sucesor de Pedro para ''llegar a las periferias'', sea
la de las realidades eclesiales que las de la familia humana...En el
ámbito de la sociedad civil, la ausencia de la Santa Sede en los
diversos contextos intergubernamentales ¿de cuántas orientaciones
éticas privaría a la cooperación, al desarme, a la lucha contra la
pobreza, a la erradicación del hambre, a la cura de las
enfermedades, a la alfabetización ?''.
Además,
explicó el cardenal Parolin, ''a la diplomacia pontificia compete
la tarea de trabajar en pro de la paz siguiendo los modos y las
reglas que son propios de los sujetos de derecho internacional, esto
es, elaborando respuestas concretas en términos jurídicos para
prevenir, resolver o regular conflictos y evitar su posible
degeneración en la irracionalidad de la fuerza de las armas. Pero,
observando el perfil sustancial, se trata de una acción que muestra
cómo el fin perseguido sea primariamente religioso, es decir, forme
parte del ser verdaderos ''artífices de paz'' y no ''artífices de
guerras o, por lo menos, artífices de malentendidos'', como recuerda
el Papa Francisco''
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