Ciudad
del Vaticano, 22 enero 2015
(VIS).-Francisco recibió en audiencia a un grupo de dirigentes,
funcionarios y agentes del Inspectorado de Seguridad Pública, que
prestan sus servicios en el Vaticano y que este año celebran el LXX
aniversario de su fundación. El Papa les agradeció el trabajo que
''cotidianamente -dijo- realizáis con profesionalidad y
dedicación''. ''Acabamos de comenzar un nuevo año, -continuó- y
son muchas nuestras expectativas y nuestras esperanzas. En el
horizonte vemos sombras y peligros que preocupan a la humanidad. Como
cristianos, estamos llamados a no darnos por vencidos y no
desanimarnos. Nuestra esperanza descansa sobre una roca inamovible:
el amor de Dios, revelado y entregado en Cristo Jesús, nuestro
Señor''.
En
su discurso, el Pontífice recordó las palabras de consuelo del
apóstol Pablo: ''¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tal
vez la tribulación, la angustia, la persecución, el hambre, la
desnudez, el peligro, la espada? ... Pero en todas estas cosas somos
más que vencedores gracias a aquel que nos amó. ''A la luz de esta
firme esperanza -ha añadido- vuestro trabajo adquiere un significado
diferente, que implica valores humanos y cristianos. Tenéis la tarea
de vigilar y supervisar lugares que tienen gran importancia para la
fe y la vida de millones de peregrinos. Muchas personas que vienen a
visitar el corazón de la Roma cristiana a menudo recurren a
vosotros''.
''Que
todo el mundo pueda sentirse ayudado y protegido por su presencia y
su amabilidad... Todos estamos llamados a ser custodios de nuestro
prójimo -ha finalizado- El Señor nos pedirá cuentas de las
responsabilidades que se nos confían, del bien o del mal que hemos
hecho al otro''.
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