Ciudad
del Vaticano, 22 enero 2015
(VIS).-''El hecho de haber venido aquí juntos ya es un testimonio de
la importancia de los esfuerzos por la unidad. El hecho de que recéis
juntos es un testimonio de vuestra fe, de que sólo por la gracia de
Dios podemos lograr la unidad. El hecho de que recéis el Credo
juntos, es un testimonio de la única fe común a toda la
cristiandad''. Son las palabras que hace treinta años, san Juan
Pablo II dirigió a la primera delegación ecuménica de la Iglesia
Luterana de Finlandia que encontró en el Vaticano, y que esta
mañana, Francisco ha recordado a los miembros de la delegación de
esa Iglesia, que se encuentran reunidos en Roma, en ocasión de la
peregrinación ecuménica anual para celebrar la fiesta de su patrón
san Enrique de Uppsala. El Papa ha mencionado que este año la visita
coincide con la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos
cuya reflexión este año se centra en las palabras que Jesús dijo a
la mujer samaritana en el pozo: "Dame de beber''.
''Se
nos recuerda -ha dicho- que la fuente de toda gracia, el Señor
mismo, y que sus dones, transforman a quienes los reciben
convirtiéndoles en testigos de la vida real que proviene solamente
de Cristo. Como nos dice el Evangelio, muchos samaritanos creyeron en
Jesús por el testimonio de la mujer. Y como ha señalado el obispo
Vikström, católicos y luteranos pueden hacer muchas cosas juntos
para dar testimonio de la misericordia divina en nuestra sociedad. Es
especialmente necesario un testimonio cristiano compartido frente a
la desconfianza, la inseguridad, la persecución y el sufrimiento que
sufren muchas personas en el mundo hoy.
Este
testimonio común puede ser apoyado y alentado por los avances en el
diálogo teológico entre las Iglesias. La Declaración Conjunta
sobre la Doctrina de la Justificación, firmada oficialmente hace
apenas más de quince años entre la Federación Luterana Mundial y
la Iglesia Católica, puede continuar produciendo entre nosotros
frutos de reconciliación y cooperación. El diálogo nórdico
luterano-católico en Finlandia y Suecia, sobre el tema de
Justificación en la vida de la Iglesia, está abordando cuestiones
importantes derivadas de la Declaración Conjunta. Esperemos -ha
concluido- que de este diálogo pueda surgir una mayor convergencia
sobre el concepto de la Iglesia, signo e instrumento de la salvación
que se nos da en Jesucristo''.
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