Ciudad
del Vaticano, 28 de diciembre 2014(VIS).-''Jesús acerca a las
generaciones'', afirmó el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro,
comentando en el Ángelus del mediodía, el Evangelio de hoy que
narra el episodio de la Presentación en el templo, cuando María y
José, cuarenta días después del nacimiento de Jesús, obedeciendo
a la ley mosaica lo llevan al templo de Jerusalén y allí encuentran
a los ancianos Simeón y Ana.
''Podemos
imaginar a esta pequeña familia, en medio de tanta gente, en los
grandes patios del templo. No salta a la vista, no se distingue... Y,
sin embargo -observó el Santo Padre- no pasa desapercibida. Dos
ancianos, Simeón y Ana, movidos por el Espíritu Santo, se acercan y
empiezan a alabar a Dios por ese niño en el que reconocen al Mesías,
luz de las gentes y salvación de Israel. Es un momento sencillo,
pero rico de profecía: el encuentro entre dos jóvenes esposos,
llenos de alegría y fe por la gracia del Señor y dos ancianos,
ellos también llenos de alegría y de fe por la acción del
Espíritu. ¿Quien hace que se encuentren? : Jesús. Jesús hace que
se encuentren los jóvenes y los ancianos. Jesús es Aquel que acerca
a las generaciones. Es la fuente de ese amor que une a las familias y
a las personas, venciendo cualquier desconfianza, cualquier
aislamiento, cualquier lejanía...La buena relación entre los
jóvenes y los ancianos es decisiva para el camino de la comunidad
civil y eclesial''. ''Y mirando a estos dos ancianos, a estos dos
abuelos, a Simeón y a Ana -exclamó- saludamos desde aquí con un
aplauso a todos los abuelos del mundo''.
''El
mensaje que procede de la Sagrada Familia -continuó Francisco- es
ante todo un mensaje de fe...Por eso la Familia de Nazaret es
santa...porque está centrada en Jesús. Cuando los padres y los
hijos respiran juntos este clima de fe tienen una energía que les
permite hacer frente a pruebas difíciles como demuestra la
experiencia de la Sagrada Familia... en el evento dramático de la
huida a Egipto''.
''El
Niño Jesús con su madre María y con san José son un icono
familiar tan sencillo como luminoso...La luz que despide la Sagrada
Familia nos alienta a ofrecer calor humano en las situaciones
familiares en las que, por varios motivos, falta la paz, falta la
armonía, falta el perdón.¡Que no falte nuestra solidaridad
concreta sobre todo con esas familias que atraviesan por situaciones
difíciles como las enfermedades, la falta de trabajo, la
discriminación, la necesidad de emigrar!''. ''Y ahora -concluyó-
recemos en silencio por todas estas familias''.
Después
de rezar el Ángelus, el Papa recordó a los pasajeros del avión de
Malasia desaparecido mientras viajaba entre Indonesia y Singapur y a
los de las naves en tránsito en las aguas del Adriático que han
sufrido diversos percances. ''Estoy cercano con el afecto y la
oración -dijo- a los familiares, a cuantos viven con temor y
sufrimiento estas difíciles situaciones y a los que tomar parte en
las operaciones de socorro''.
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