Ciudad
del Vaticano, 19 noviembre 2014
(VIS).-''Sigo con preocupación el aumento alarmante de la tensión
en Jerusalén y en otras zonas de Tierra Santa, donde actos
inaceptables de violencia no ahorran ni siquiera los lugares de culto
-dijo el Papa, una vez acabada la catequesis- Aseguro una oración
particular por todas las víctimas de esa dramática situación y por
todos los que sufren sus consecuencias. Desde lo más profundo de mi
corazón dirijo a las partes implicadas un llamamiento para que se
ponga fin a la espiral de odio y violencia y se tomen decisiones
valientes para la reconciliación y la paz. ¡Construir la paz es
difícil, pero vivir sin paz es un tormento!''.
A
continuación señaló que el viernes, 21 de noviembre, memoria
litúrgica de la Presentación de la Virgen en el templo , se celebra
la Jornada pro Orantibus, dedicada a las comunidades religiosas de
clausura. ''Es una ocasión oportuna para dar gracias al Señor por
el don de tantas personas que en los monasterios y en los eremitorios
se dedican a Dios en la oración y en el silencio operoso
reconociendo el primado que sólo a El le corresponde. Demos gracias
al Señor por los testimonios de vida en los claustros y no dejemos
que a estas personas les falte nuestra ayuda espiritual y material
para cumplir esa misión tan importante''.
En
los saludos en diversos idiomas se dirigió a los peregrinos polacos
que celebraron ayer la memoria de la beata Karolina Koszka, virgen y
mártir, en el centenario de su muerte. ''Esta muchacha -evidenció
Francisco- realizó su vocación a la santidad dedicándose al
servicio del prójimo, a través de la pureza del corazón y la
fidelidad a Cristo hasta entregar su vida. Que su ejemplo anime a
todos, particularmente a los jóvenes a buscar el camino de la
santidad, incluso yendo contracorriente a las tendencias actuales de
vida fácil centradas en el placer egoísta. Confío a los miembros
del ''Movimiento de los Corazones Puros'' a la protección de la
beata patrona''.
Por
último saludó en italiano a los jóvenes profesionales, empresarios
y emprendedores que participan en el convenio organizado por el World
Economic Forum en colaboración con las Universidades Pontificias
para promover la superación de la exclusión social y económica.
''Espero que esta iniciativa -concluyó- contribuya a favorecer una
mentalidad nueva por la que el dinero no se considere un ídolo al
que servir sino un medio para lograr el bien común''.
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