Ciudad
del Vaticano, 22 de septiembre de 2014 (VIS).-La última etapa del
viaje apostólico del Papa Francisco a Albania fue la visita al
Centro de Asistencia Betania, a unos 30 kms de Tirana. El centro,
fundado por la italiana Antonietta Vitale, en 1999 acoge a numerosos
discapacitados y a niños marginados o pobres, de cuya asistencia se
ocupa un grupo de voluntarios laicos.
''En
lugares como éste todos confirmamos nuestra fe, se nos hace más
fácil creer, porque vemos la fe hecha caridad concreta. La vemos dar
luz y esperanza a situaciones de gran dificultad -afirmó Francisco
en el discurso que pronunció en la iglesia del centro, dedicad a a
San Antonio de Padua- Esta fe que actúa en la caridad mueve las
montañas de la indiferencia, de la incredulidad y de la
indolencia... La Buena Noticia de que Jesús ha resucitado y está
vivo en medio de nosotros pasa a través de gestos humildes y simples
de servicio a los pequeños''.
''Además,
este Centro demuestra que es posible la convivencia pacífica y
fraterna entre personas de distintas etnias y diversas confesiones
religiosas. Aquí las diferencias no impiden la armonía, la alegría
y la paz; es más, se convierten en ocasión para profundizar en el
conocimiento y en la comprensión mutua... Cada comunidad religiosa
se expresa con el amor y no con la violencia, no se avergüenza de la
bondad. Quien cultiva la bondad en su interior recibe a cambio una
conciencia tranquila, una alegría profunda aun en medio de las
dificultades y de las incomprensiones. Incluso ante las ofensas
recibidas, la bondad no es debilidad, sino auténtica fuerza, capaz
de renunciar a la venganza .El bien es premio en sí mismo y nos
acerca a Dios, Sumo Bien.....El bien paga infinitamente mejor que el
dinero, que nos defrauda porque hemos sido creados para recibir y
comunicar el amor de Dios, y no para medir las cosas por el dinero y
el poder''.
A
propósito de los voluntarios que colaboran en el Centro el Papa
citó la frase de uno de los niños de Betania: ''Desde hace 15 años
se sacrifican con alegría por amor a Jesús y a nosotros''. ''Es
una frase -dijo-que revela cómo entregarse por amor a Jesús
produce alegría y esperanza, y cómo servir a los hermanos se
transforma en reinar con Dios. Estas palabras .. pueden resultar
paradójicas para buena parte de nuestro mundo, que no acaba de
comprenderlas y ansía encontrar la clave de la propia existencia en
las riquezas terrenas, en el poder y en la pura diversión, donde
sólo encuentra alienación y confusión''.
En
cambio, destacó el Obispo de Roma, ''el secreto de una existencia
plena es amar y entregarse por amor. Ahí se encuentra la fuerza para
“sacrificarse con alegría”, y el compromiso más exigente se
convierte en fuente de mayor alegría. Así no asustan las opciones
de vida definitivas, que aparecen, a su verdadera luz, como un modo
de realizar plenamente la libertad personal''.
Y
al final pidió que el patrón del centro, san Antonio de Padua, los
acompañase en el camino. ''Continuad con confianza sirviendo al
Señor en los pobres y en los abandonados, y pidiéndole que los
corazones y las mentes de todos se abran al bien, a la caridad
operante, fuente de auténtica alegría'', concluyó.
A
la salida de la iglesia el Papa departió con los niños y
discapacitados del centro y después de saludarlos se trasladó al
aeropuerto Madre Teresa para emprender el regreso a Roma donde su
avión aterrizó poco después de las 21.30.
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