Ciudad
del Vaticano, 29 julio 2014
(VIS).-La unidad en la diversidad y la petición de perdón por la
incomprensión de algunos católicos hacia los hermanos pentecostales
caracterizaron el discurso pronunciado ayer por el Papa Francisco en
la Iglesia pentecostal de la Reconciliación en Caserta durante el
encuentro con su amigo el pastor Giovanni Traettino, conocido hace
muchos años en Buenos Aires y, como el Obispo de Roma, comprometido
en el ecumenismo. En el encuentro, desarrollado, en una atmósfera
alegre y recogida, participaron unas 200 personas, la mayoría
pentecostales provenientes de Italia, de los Estados Unidos,
Argentina y otros países. “Con hombres como usted – dijo el
pastor Traettino a su amigo, el Papa Francisco – hay esperanza
para nosotros los cristianos”.
Por
su parte el Papa utilizó como hilo conductor de sus palabras el
discurso pronunciado por el pastor Traettino que había hablado de
que el centro de nuestra vida era estar en presencia de Jesús y
caminar en presencia de Jesús. Francisco recordó que ''caminar''
fue el primer mandato que Dios dio a su pueblo representado por
Abraham: ''Ve, camina en mi presencia y se irreprensible'' y añadió
: ''No entiendo al cristiano que no camina. No entiendo a un
cristiano quieto. El cristiano tiene que caminar...porque lo que está
quieto, lo que no se mueve, se corrompe como el agua quieta que es la
primera que se pudre...Pero hay cristianos que confunden el caminar
con el dar vueltas. No son caminantes, son errabundos y van por aquí
y por allá en la vida...Les falta la parresía, la audacia de seguir
adelante; les falta la esperanza''.
Después
citó la historia de Jacob que manda en época de carestía a sus
once hijos - diez de los cuales habían vendido a su hermano José -a
comprar comida en Egipto y allí encuentran de nuevo a su hermano,
convertido en consejero del faraón. ''Cuando caminamos en presencia
de Dios, encontramos la hermandad -aseveró el Papa- En cambio,
cuando nos quedamos quietos, empezamos a mirarnos unos a otros y se
abre otro camino, muy feo, el de las habladurías... Así empezaron,
desde el primer momento las divisiones en la Iglesia. Y el Espíritu
Santo no crea divisiones...Ya desde el primer momento de la comunidad
cristiana hubo esta tentación: ''Yo soy de este, yo de este otro'';
''No; Yo soy la iglesia, tu eres la secta..''. ''El Espíritu Santo
-puntualizó- crea la 'diversidad' en la Iglesia... una diversidad,
rica y hermosa. Pero, al mismo tiempo, el Espíritu Santo crea la
unidad y así la Iglesia es una en la diversidad. Y para emplear una
bella frase de un evangélico que me gusta mucho,una ''diversidad
reconciliada'' por el Espíritu Santo, que crea las dos cosas: la
diversidad de carismas y después la armonía de los carismas''.
Para
dar una imagen de cómo sería la unidad en la Iglesia, Francisco
desechó la forma de la esfera ''donde todos los puntos son
equidistantes del centro, todos iguales'' porque la esfera es
uniforme y ''el Espíritu Santo no crea uniformidad''. ''Pensemos, en
cambio -sugirió- en el poliedro: es una unidad, pero con todas las
partes diversas; cada una con su peculiaridad, su carisma. Esa es la
unidad en la diversidad. Y en este camino, nosotros, los cristianos,
hacemos lo que llamamos con el nombre teológico de ecumenismo:
intentamos que la diversidad esté más armonizada por el Espíritu
Santo y se convierta en unidad: intentamos caminar en presencia de
Dios para ser irreprensibles''.
El
pastor Traettino se había referido también a la Encarnación de
Jesús y el Santo Padre refrendó que ''la Encarnación del Verbo es
el fundamento: es Jesucristo. Dios es hombre, Hijo de Dios e Hijo del
hombre, verdadero Dios y verdadero hombre. Así lo entendieron los
primeros cristianos que tuvieron que luchar tanto para mantener esta
verdad... ¡El misterio de la carne de Jesús¡ ¡Yo amo al pobre, a
la viuda, al esclavo, al que está en la cárcel... amo a todos ellos
porque estas personas que sufren son la carne de Cristo. No se puede
predicar un evangelio puramente intelectual: el Evangelio es verdad
pero es también amor y es también belleza. Esta es la alegría del
Evangelio.
''En
este camino -subrayó- hemos hecho tantas veces lo mismo que los
hermanos de José, cuando los celos y la envidia nos han
dividido...Esa triste historia en que el Evangelio, para algunos, se
vivía como una verdad y no se daban cuenta de que detrás de esa
actitud había cosas feas, cosas que no eran del Señor, una fea
tentación de división. Esa historia triste cuando se hacía lo
mismo que los hermanos de José: la denuncia, las leyes de esta
gente: '' es contra la pureza de la raza''... Y esas leyes fueron
ratificadas también por los bautizados. Algunos de los cuales
hicieron esas leyes y algunos persiguieron y denunciaron a los
hermanos pentecostales porque eran 'entusiastas', casi 'locos', que
destruían la raza...Yo soy el pastor de los católicos: os pido
perdón por esto. Os pido perdón por los hermanos y hermanas
cristianos que no entendieron y fueron tentados por el demonio e
hicieron lo mismo que los hermanos de José. Pido al Señor que nos
de la gracia de reconocer y de perdonar''.
Francisco
reiteró que compartía las palabras pronunciadas por su amigo
Traettino:''La verdad es un encuentro''.''Un encuentro entre personas
-matizó- La verdad no se fabrica en un laboratorio, se construye con
la vida, buscando a Jesús para encontrarlo. Pero el misterio más
hermoso y grande es que cuando encontramos a Jesús nos damos cuenta
de que El ya nos estaba buscando, que nos ha encontrado antes porque
llega siempre antes que nosotros...En español me gusta decir que el
Señor nos primerea: es decir, nos precede, nos espera... Y de ese
encuentro que transforma viene todo. Este el es camino de la santidad
cristiana; buscar cada día a Jesús para encontrarlo y cada día
dejarse buscar y encontrar por Jesús''.
''Nosotros
estamos en este camino de la unidad, entre hermanos- concluyó-
Alguno se maravillará: ¡El Papa ha ido a ver a los evangélicos!
¡Ha ido a encontrar a los hermanos! ¡Sí!. Porqué y esto es
verdad, fueron ellos los que vinieron antes a encontrarme en Buenos
Aires. Y así empezó esta amistad, esta cercanía entre pastores de
Buenos Aires y hoy aquí. Os doy las gracias y os pido que recéis
por mí, me hace falta... para que, por lo menos no sea tan malo''.
Finalizado
el encuentro el Papa regresó en helicóptero a media tarde al
Vaticano.
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