Ciudad
del Vaticano, 20 de octubre 2013(VIS).-En los saludos posteriores al
Ángelus, el Santo Padre recordó que hoy es la Jornada Misionera
Mundial y afirmó que la “misión” de la Iglesia es “difundir
en todo el mundo la llama de la fe, que Jesús ha encendido en el
mundo: la fe en Dios que es Padre, Amor, Misericordia. El método de
la misión cristiana no es el hacer proselitismo, sino el compartir
la llama que calienta el alma... En esta Jornada estemos cerca de
todos los misioneros y las misioneras, que trabajan tanto sin hacer
ruido y que dan su vida”.
Entre
ellos citó a la italiana Afra Martinelli, asesinada durante un
atraco en Nigeria, donde trabajaba desde hacía muchos años. “Todos
la han llorado, cristianos y musulmanes ¡la querían mucho! - ha
exclamado el Papa.- “Ha anunciado el Evangelio con su vida, con la
obra que ha realizado, un centro de educación. Y de este modo ha
difundido la llama de la fe, ¡ha combatido la buena
batalla!...Pienso también en Esteban Sándor, que fue proclamado
beato ayer en Budapest. Era un salesiano laico, ejemplar en el
servicio a los jóvenes, en el oratorio y la instrucción
profesional. Cuando el régimen comunista cerró todas las obras
católicas, afrontó con valentía la persecución y fue asesinado a
los 39 años. Nos unimos a la acción de gracias de la Familia
Salesiana y de la Iglesia húngara”.
También
dirigió un caluroso saludo a los promotores de la manifestación
"100 metros de carrera y de fe”, promovida por el Pontificio
Consejo para la Cultura, diciéndoles: “¡Gracias por recordarnos
que el creyente es un atleta del espíritu!”.
Por
último recordó que este domingo se celebra en Argentina el Día de
la Madre y mandó un afectuoso saludo “ a todas las mamás” de su
tierra.
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