Ciudad
del Vaticano, 14 de julio 2013 (VIS).-Después de rezar el Ángelus,
el Papa ha recordado la conmemoración de las masacres de Volinia
(julio de 1943), trágico episodio de la Segunda Guerra Mundial en
las que perecieron decenas de miles de personas. “Me uno en
oración - ha dicho- a los prelados y fieles de la Iglesia en Ucrania
reunidos en la catedral de Lutsk para la Santa Misa de sufragio con
motivo del 70 aniversario de las masacres de Volinia. Esos actos,
causados por la ideología nacionalista en el trágico contexto de la
II Guerra Mundial ocasionaron decenas de miles de víctimas e
hirieron la hermandad de dos pueblos, el polaco y el ucraniano.
Confío las almas de las víctimas a la misericordia de Dios y, para
sus pueblos, pido la gracia de una reconciliación profunda y de un
futuro sereno en la esperanza y en la sincera colaboración para la
edificación común del Reino de Dios”.
A
continuación ha saludado a los pastores y fieles participantes en la
peregrinación de la Familia de Radio María y Jasna Gora
(Czestochowa, Polonia) y a los parroquianos de Albano invocando sobre
éstos últimos la bendición de San Buenaventura, su patrono, cuya
festividad se celebra el 15 de julio. “Mis mejores deseos para
mañana y que sea una buena fiesta. Me gustaría mandaros una
tarta... pero no creo que puedan hacerla tan grande”, ha bromeado.
El
Santo Padre se ha dirigido al final a los jóvenes sordos que han
acudido a Roma con motivo de un encuentro internacional, a las
religiosas de Santa Isabel y a las apóstolas del Sagrado Corazón de
Jesús, así como a las Hijas de la Divina Caridad reunidas en
capítulo general y a las superioras de las Hijas de María
Auxiliadora.
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