CIUDAD DEL VATICANO, 29 ABR 2009 (VIS).-Al terminar la audiencia general el Papa recibió a una delegación de representantes de las comunidades autóctonas de Canadá, a quienes expresó su preocupación por los aborígenes que siguen sufriendo las consecuencias negativas por el trato recibido en las antiguas escuelas residenciales, según un comunicado de la Conferencia de los Obispos Católicos de Canadá.
Participaron en el encuentro con el Santo Padre el jefe nacional de la Asamblea de las Primeras Naciones, Phil Fontaine y el arzobispo V. James Weisgerber, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Canadá, acompañado por representantes de las diócesis y comunidades religiosas católicas del país.
A finales de 1800 el gobierno canadiense decidió fundar escuelas para educar a los niños nativos, que fueron administradas por diócesis y comunidades religiosas católicas-y también por otras iglesias y comunidades cristianas- y financiadas por el gobierno del país. "Se estima que 100.000 niños autóctonos frecuentaron estas escuelas. Fueron separados de sus familias y sometidos a la cultura occidental, siendo obligados a no usar su idioma, religión y estilo de vida tradicional. Además fueron sujetos al proceso de enculturación forzada y muchos de ellos fueron víctimas de abusos sexuales y físicos".
El 11 de junio de 2008, el primer ministro canadiense, Stephen Harper, y el gobierno del país pidieron perdón a los ex alumnos de las escuelas residenciales durante una asamblea especial celebrada en la Cámara de los Comunes del Parlamento, en Ottawa.
AG/NIÑOS ABORIGENES/CANADA VIS 20090429 (250)
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