Inicio - VIS Vaticano - Recibir VIS - Contáctenos - Calendario VIS

El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

últimas 5 noticias

VISnews en Twitter Ver en YouTube

lunes, 23 de marzo de 2009

EVANGELIO REAFIRMA Y ENNOBLECE VALORES CULTURAS NATIVAS



CIUDAD DEL VATICANO, 22 MAR 2009 (VIS).-Esta mañana a las 9,30, Benedicto XVI llegó a la explanada de Cimangola, a 14 kms de Luanda. Tras saludar en papamóvil a los millares de personas que le esperaban, presidió a las 10,00 la Santa Misa con los obispos de IMBISA (Inter-regional meeting of Bishops of Southern Africa; Asociación interregional de los obispos de África Austral) a la que pertenecen las Conferencias Episcopales de Angola y Santo Tomé, Botswana, Sudáfrica y Swazilandia, Lesotho, Mozambique, Namibia y Zimbabwe. 

  Al inicio de la celebración eucarística, el Papa expresó su pesar por la muerte de dos jóvenes a causa de una avalancha cuando se abrieron las puertas del estadio dos Coqueiros para que entraran los jóvenes con los que se iba a reunir ayer por la tarde.

  "Confiemos a los dos jóvenes a Jesús -dijo- para que los acoja en su Reino. Expreso mi solidaridad y mi más vivo pesar a sus familiares y amigos que habían venido para encontrarme". El Santo Padre aseguró que rezaba asimismo por las 89 personas que resultaron heridas también en la avalancha, "con el deseo de que se recuperen pronto".

  El Papa comentó la primera lectura de la Santa Misa que invita a los israelitas a retornar a Jerusalén para reconstruir el templo derrumbado. "La vivaz descripción de la destrucción y la ruina causadas por la guerra refleja -dijo-la experiencia personal de tantas personas en este país durante las terribles devastaciones de la guerra civil. ¡Que verdad es que la guerra destroza todo lo que tiene valor!".

  "La llamada a regresar y a reconstruir el templo de Dios tiene un significado particular para cada uno de nosotros. (...) Dios nos llama a reconocer el poder de su presencia en nosotros, a reapropiarnos del don de su amor y su perdón, a convertirnos en mensajeros de este amor misericordioso (...) en todos los sectores de la vida política y social".

  Después, recordando que este domingo es en Angola jornada de oración y sacrificio por la reconciliación nacional, el Santo Padre dijo: "El Evangelio nos enseña que la reconciliación (...) puede ser solamente el fruto de una conversión, (...) de un nuevo modo de pensar. Nos enseña que solo el poder del amor de Dios cambia nuestros corazones y nos hace triunfar sobre el pecado y la división".

  "He venido a África para proclamar este mensaje de perdón, de esperanza y de una vida nueva en Cristo" , afirmó Benedicto XVI, y refiriéndose después al próximo Sínodo dedicado a África pidió a todos que rezasen "para que cada cristiano en este gran continente experimente el toque sanador del amor misericordioso de Dios y para que la Iglesia en África se convierta para todos, "gracias al testimonio de sus hijos e hijas, en lugar de auténtica reconciliación".

  "Este es el mensaje del Papa para vosotros y para vuestros hijos. Habéis recibido del Espíritu Santo la fortaleza para ser constructores de un porvenir mejor para vuestro amado país. En el Bautismo se os ha dado el Espíritu para ser heraldos del Reino de Dios, Reino de verdad y de vida, de santidad y de gracia, de justicia, de amor y de paz. (...) Sed fieles a este don, convencidos de que el Evangelio puede confirmar, purificar y ennoblecer los profundos valores humanos presentes en vuestras culturas nativas y en vuestras tradiciones: familias unidas, profundo sentido religioso, alegre celebración del don de la vida, aprecio de la sabiduría de los ancianos y de las aspiraciones de los jóvenes. Y agradeced también la luz de Cristo: mostrad vuestro agradecimiento a aquellos que os la trajeron: generaciones y generaciones de misioneros que han contribuido y siguen contribuyendo al desarrollo humano y espiritual de este país".

  Benedicto XVI retomó después el comentario del Evangelio de hoy que narra cómo vino la luz de Dios al mundo y el mundo prefirió las tinieblas. "Trágicamente las nubes del mal han oscurecido también África. (...) Pienso en el azote de la guerra, en los frutos feroces del tribalismo y las rivalidades étnicas, en la codicia que corrompe el corazón del ser humano, reduce a la esclavitud a los más pobres y priva a las generaciones futuras de los recursos necesarios para crear una sociedad más solidaria y justa, una sociedad realmente y  auténticamente africana en su genio y sus valores".

  "Y ¿qué decir de ese insidioso espíritu de egoísmo que encierra a los individuos en sí mismos, separa a las familias y, suplantando los grandes ideales de generosidad y abnegación lleva inevitablemente al hedonismo, a la evasión en falsas utopías a través el uso de las drogas, a la irresponsabilidad sexual, a la debilitación del vínculo matrimonial, a la destrucción de las familias y a la eliminación de vidas humanas inocentes mediante el aborto?".

  A pesar de todo, "la Palabra de Dios es una palabra de esperanza, sin límites. (...) Dios no nos da nunca por desahuciados. Sigue invitándonos a levantar los ojos hacia un futuro de esperanza y nos promete las fuerzas para conseguirlo. (...) Nos ha dado sus mandamientos, no como una carga sino como fuente de libertad: de la libertad de convertirnos en hombres y mujeres llenos de sabiduría, maestros de justicia y de paz, personas que confían en los demás y buscan su verdadero bien. Dios nos creó para vivir en la luz y para ser luz del mundo a nuestro alrededor".

  "¡Irradiad la luz de la fe, de la esperanza y del amor en vuestras familias y comunidades!", exclamó el Papa. "Sed testigos de la verdad santa que libera a los hombres y a las mujeres. Sabéis, por vuestra amarga experiencia, que frente a la furia repentina y destructora de la guerra,  el trabajo de reconstrucción es fatigosamente lento y duro. Requiere tiempo, cansancio y  perseverancia: debe comenzar en nuestros corazones, (...) en los pequeños gestos con los que demostramos amar a nuestro prójimo -a todos, sin distinción de raza, etnia o lengua-, en la disponibilidad de colaborar con ellos para construir juntos sobre bases duraderas".

  El Papa terminó su homilía dirigiéndose a los jóvenes: "Sois la esperanza del futuro de vuestro país, la promesa de un porvenir mejor. (...) La Iglesia necesita vuestro testimonio. No tengáis miedo de responder con generosidad a la llamada de Dios y servirlo sea como sacerdotes, religiosos o religiosas, sea como padres cristianos o de tantas otras formas de servicio que os propone la Iglesia"

  "Confiad en las promesas de Dios y vivid en su verdad -concluyó-. Construiréis así algo destinado a perdurar y dejaréis a las generaciones futuras una  herencia duradera de reconciliación, de justicia y de paz".
PV-ANGOLA/MISA/LUANDA                        VIS 20090323 (1200)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Copyright © VIS - Vatican Information Service