CIUDAD DEL VATICANO, 20 ENE 2008 (VIS).-Al mediodía el Papa se asomó a la ventana de su estudio para rezar el Angelus con las 200.000 personas que llenaban la Plaza de San Pedro y sus alrededores.
Antes de la oración mariana, Benedicto XVI habló de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, durante la cual católicos, ortodoxos, anglicanos y protestantes "conscientes de que sus divisiones constituyen un obstáculo a la acogida del Evangelio, imploran juntos al Señor, de forma aún más intensa, el don de la comunión plena".
El Santo Padre recordó que esta iniciativa nació hace cien años, cuando el padre Paul Wattson propuso el "Octavario" de oración por la unidad de todos los discípulos de Cristo, y saludó a los seguidores del sacerdote, los frailes y monjas del "Atonement", presentes en la Plaza de San Pedro.
"Todos tenemos el deber de rezar y de actuar -prosiguió el Papa- para superar cualquier división entre los cristianos, respondiendo al deseo de Cristo "Ut unum sint" . La oración, la conversión de corazón, el refuerzo de los vínculos de comunión forman la esencia de este movimiento espiritual que esperamos pueda llevar pronto a los discípulos de Cristo a la celebración común de la Eucaristía, manifestación de su unidad plena".
Citando el tema de este año, "No ceséis de orar", la invitación que San Pablo dirige a los tesalonicenses, el Santo Padre dijo que el apóstol quería hacer comprender que "de la nueva vida en Cristo y en el Espíritu Santo procede la capacidad para superar todo egoísmo, de vivir juntos en paz, (...) de llevar cada uno, de buen grado, los pesos y los sufrimientos de los demás. (...) La misión evangelizadora de la Iglesia pasa a través del camino ecuménico, el camino de la unidad de la fe, del testimonio evangélico y de la fraternidad auténtica".
Benedicto XVI concluyó recordando que el próximo viernes, 25 de enero, clausurará en la basílica romana de San Pablo Extramuros la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, e invitó a los romanos y a los peregrinos a participar en ese acto.
ANG/UNIDAD CRISTIANOS/... VIS 20080121 (370)
Antes de la oración mariana, Benedicto XVI habló de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, durante la cual católicos, ortodoxos, anglicanos y protestantes "conscientes de que sus divisiones constituyen un obstáculo a la acogida del Evangelio, imploran juntos al Señor, de forma aún más intensa, el don de la comunión plena".
El Santo Padre recordó que esta iniciativa nació hace cien años, cuando el padre Paul Wattson propuso el "Octavario" de oración por la unidad de todos los discípulos de Cristo, y saludó a los seguidores del sacerdote, los frailes y monjas del "Atonement", presentes en la Plaza de San Pedro.
"Todos tenemos el deber de rezar y de actuar -prosiguió el Papa- para superar cualquier división entre los cristianos, respondiendo al deseo de Cristo "Ut unum sint" . La oración, la conversión de corazón, el refuerzo de los vínculos de comunión forman la esencia de este movimiento espiritual que esperamos pueda llevar pronto a los discípulos de Cristo a la celebración común de la Eucaristía, manifestación de su unidad plena".
Citando el tema de este año, "No ceséis de orar", la invitación que San Pablo dirige a los tesalonicenses, el Santo Padre dijo que el apóstol quería hacer comprender que "de la nueva vida en Cristo y en el Espíritu Santo procede la capacidad para superar todo egoísmo, de vivir juntos en paz, (...) de llevar cada uno, de buen grado, los pesos y los sufrimientos de los demás. (...) La misión evangelizadora de la Iglesia pasa a través del camino ecuménico, el camino de la unidad de la fe, del testimonio evangélico y de la fraternidad auténtica".
Benedicto XVI concluyó recordando que el próximo viernes, 25 de enero, clausurará en la basílica romana de San Pablo Extramuros la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, e invitó a los romanos y a los peregrinos a participar en ese acto.
ANG/UNIDAD CRISTIANOS/... VIS 20080121 (370)
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