CIUDAD DEL VATICANO, 15 DIC 2007 (VIS).-A las 17 de ayer, en el altar de la Cátedra de la basílica vaticana, Benedicto XVI presidió la misa de exequias por el cardenal austriaco Alfons Maria Stickler, S.D.B., Archivero y Bibliotecario emérito de la Santa Iglesia Romana, fallecido el pasado miércoles a los 97 años.
En la homilía, el Santo Padre recordó que en el testamento espiritual, el difunto purpurado escribía: "Como salesiano sigo los tres ideales transmitidos por don Bosco: el amor por la Eucaristía, la devoción a la Virgen y la fidelidad al Santo Padre".
"Sabía que amar a Cristo es amar a su Iglesia, que siempre es santa, como dice en el testamento espiritual, "a pesar de la debilidad, a veces escandalosa, de nosotros, sus representantes y miembros, en el pasado y en el presente".
El Papa, comentando el Evangelio sobre el Discurso de la Montaña, recordó que San Mateo concluye con estas palabras: "Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo". Todos nosotros, que con el Bautismo hemos sido llamados a seguir y a servir a Jesús, sabemos que no podemos y no debemos esperar los aplausos y reconocimientos en esta tierra".
"La verdadera recompensa del discípulo fiel -subrayó- está "en el cielo": es Cristo mismo. ¡Nunca olvidemos esta verdad! ¡No cedamos nunca a la tentación de buscar éxitos y apoyos humanos en vez de contar únicamente y siempre con Aquel que ha venido al mundo para salvarnos y nos ha redimido en la cruz! ¡Que cualquier servicio que Dios nos pida que realicemos en su viña, esté siempre animado por la adhesión humilde a su voluntad!".
El Santo Padre puso de relieve que "a pesar de las fragilidades y debilidades humanas, así fue toda la existencia humana del querido cardenal Stickler, (...) una vida dedicada totalmente primero a la enseñanza y después al servicio de la Santa Sede".
Benedicto XVI recordó que el cardenal Stickler entró joven en el noviciado de la Congregación salesiana, fue ordenado sacerdote en 1937, y entre 1958 y 1966 fue Rector de la Universidad Salesiana. En 1971 fue nombrado prefecto de la Biblioteca Apostólica Vaticana. En septiembre de 1983 recibió el encargo de Pro-Bibliotecario de la Santa Iglesia Romana y dos meses más tarde fue consagrado obispo por Juan Pablo II, que al año siguiente le nombró Pro Archivero de la Santa Iglesia Romana y en 1985 le creó cardenal.
HML/FUNERAL STICKLER/... VIS 20071217 (400)
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