EN LA HISTORIA SE DESARROLLA UN PROYECTO DE SALVACION

CIUDAD DEL VATICANO, 18 NOV 2007 (VIS).-Antes de rezar el Angelus con los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa comentó el Evangelio de hoy, "una  reflexión bíblica de la historia a través de las palabras de Jesús, que invitan a los discípulos a no tener miedo y a afrontar las dificultades, incomprensiones e incluso las persecuciones con confianza, perseverando en la fe",

  En el texto de San Lucas Cristo dice a los discípulos que no se aterren cuando oigan "hablar de guerras y de revoluciones porque tienen que pasar primero estas cosas, pero el fin no es inmediato".

  "Recordando esta advertencia -dijo Benedicto XVI- la Iglesia vive desde el principio (...) escrutando los signos del tiempo y poniendo en guardia a los fieles de mesianismos recurrentes que anuncian cada vez el inminente fin del mundo. En realidad, la historia tiene que seguir su curso, que lleva aparejados dramas humanos y desastres naturales. En ella se desarrolla un proyecto de salvación cumplido por Cristo con su encarnación, muerte y resurrección. La Iglesia continúa anunciando (...) este misterio a través de la predicación, con la celebración de los sacramentos y el testimonio de la caridad".

  "Aceptemos la invitación de Cristo a afrontar los eventos cotidianos confiando en su amor providencial -exclamó el Santo Padre-. No temamos al futuro, aunque a veces nos parezca oscuro, porque el Dios de Jesucristo, que ha asumido la historia para abrirla a su cumplimiento trascendente, es el alfa y el omega, el principio y el fin. Él nos garantiza que en cada pequeño pero auténtico acto de amor está todo el sentido del universo, y que quien no duda en perder su vida por Él, encuentra la plenitud".

  Las personas consagradas "mantienen viva esta perspectiva", dijo el Papa, recordando particularmente a las contemplativas de clausura, cuya jornada se celebra el 21 de noviembre, memoria de la presentación de la Virgen María en el templo. "El monasterio, como oasis espiritual -observó- indica al mundo de hoy qué es lo más importante, más aún, lo único decisivo: que existe una razón última por la que vale la pena vivir: Dios y su amor inescrutable. La fe que actúa  en la caridad es el verdadero antídoto contra la mentalidad nihilista que en nuestra época se difunde cada vez más". 

  Una vez rezado el Angelus, el Santo Padre habló del Siervo de Dios Antonio Rosmini, que será beatificado esta tarde en la ciudad italiana de Novara, definiéndolo "gran figura de sacerdote e ilustre hombre de cultura", que sobresalió en la que el mismo llamaba "caridad intelectual" es decir, "la reconciliación de la razón con la fe".

  "¡Que su ejemplo -pidió el pontífice- ayude a la Iglesia a crecer en el convencimiento  de que la luz de la razón humana y de la Gracia, cuando caminan juntas, se transforman en fuente de bendiciones para la persona y la sociedad!".
ANG/SALVACION:ROSMINI/...                    VIS 20071119 (480)