CIUDAD DEL VATICANO, 7 MAY 2007 (VIS).-El Papa recibió esta mañana a las participantes en la asamblea plenaria de la Unión Internacional de las Superioras Generales, que representan a 794 familias religiosas femeninas de los cinco continentes. El tema de la plenaria, que están celebrando estos días, es: "Llamadas a tejer una nueva espiritualidad que genere esperanza y vida para toda la humanidad".
El Santo Padre subrayó que toda superiora general debe ser "promotora y animadora" de una vida consagrada "mística y profética, fuertemente comprometida en la realización del Reino de Dios. Estos son -aseguró- los "hilos" con los que el Señor os impulsa a "tejer" hoy el tejido vivo de un provechoso servicio a la Iglesia y de un elocuente testimonio evangélico "siempre antiguo y siempre nuevo", fiel a la radicalidad del Evangelio y valientemente encarnado en la realidad contemporánea, especialmente donde existe más pobreza humana y espiritual".
"Sólo de la unión con Dios -continuó- nace y se alimenta el papel "profético" de vuestra misión, que consiste en el "anuncio del Reino de los cielos", anuncio indispensable en todos los tiempos y en todas las sociedades".
Benedicto XVI exhortó a las religiosas a no ceder "a la tentación de alejaros de la intimidad con vuestro Esposo celestial, dejándoos atraer excesivamente por los intereses y los problemas de la vida cotidiana". En este sentido, el Papa las animó a imitar a sus fundadores y fundadoras, que "siguiendo el ejemplo de Jesús se esforzaron por comunicar con las palabras y los gestos concretos el amor de Dios a través del don total de sí, manteniendo siempre la mirada y el corazón fijos en El".
"Que vuestra preocupación prioritaria -dijo- sea ayudar a vuestras hermanas a buscar, en primer lugar, a Cristo y a servir con generosidad el Evangelio. No os canséis de dedicar tiempo a la formación humana, cultural y espiritual de las personas que se os han confiado, para que sean capaces de responder a los desafíos culturales y sociales de hoy. Sed las primeras que den ejemplo en huir de las comodidades para llevar a cabo la misión".
El Santo Padre pidió también a las religiosas que compartiesen "las riquezas" de sus carismas "con los que están comprometidos en la única misión de la Iglesia, que es la construcción del Reino. Para ello -terminó- instaurad una colaboración serena y cordial con los sacerdotes, los fieles laicos y especialmente las familias para responder a los sufrimientos, necesidades, pobrezas materiales y sobre todo espirituales de tantos contemporáneos nuestros. Cultivad, además, una sincera comunión y una leal colaboración con los obispos, primeros responsables de la evangelización en las Iglesias particulares".
AC/.../SUPERIORAS GENERALES VIS 20070507 (460)
El Santo Padre subrayó que toda superiora general debe ser "promotora y animadora" de una vida consagrada "mística y profética, fuertemente comprometida en la realización del Reino de Dios. Estos son -aseguró- los "hilos" con los que el Señor os impulsa a "tejer" hoy el tejido vivo de un provechoso servicio a la Iglesia y de un elocuente testimonio evangélico "siempre antiguo y siempre nuevo", fiel a la radicalidad del Evangelio y valientemente encarnado en la realidad contemporánea, especialmente donde existe más pobreza humana y espiritual".
"Sólo de la unión con Dios -continuó- nace y se alimenta el papel "profético" de vuestra misión, que consiste en el "anuncio del Reino de los cielos", anuncio indispensable en todos los tiempos y en todas las sociedades".
Benedicto XVI exhortó a las religiosas a no ceder "a la tentación de alejaros de la intimidad con vuestro Esposo celestial, dejándoos atraer excesivamente por los intereses y los problemas de la vida cotidiana". En este sentido, el Papa las animó a imitar a sus fundadores y fundadoras, que "siguiendo el ejemplo de Jesús se esforzaron por comunicar con las palabras y los gestos concretos el amor de Dios a través del don total de sí, manteniendo siempre la mirada y el corazón fijos en El".
"Que vuestra preocupación prioritaria -dijo- sea ayudar a vuestras hermanas a buscar, en primer lugar, a Cristo y a servir con generosidad el Evangelio. No os canséis de dedicar tiempo a la formación humana, cultural y espiritual de las personas que se os han confiado, para que sean capaces de responder a los desafíos culturales y sociales de hoy. Sed las primeras que den ejemplo en huir de las comodidades para llevar a cabo la misión".
El Santo Padre pidió también a las religiosas que compartiesen "las riquezas" de sus carismas "con los que están comprometidos en la única misión de la Iglesia, que es la construcción del Reino. Para ello -terminó- instaurad una colaboración serena y cordial con los sacerdotes, los fieles laicos y especialmente las familias para responder a los sufrimientos, necesidades, pobrezas materiales y sobre todo espirituales de tantos contemporáneos nuestros. Cultivad, además, una sincera comunión y una leal colaboración con los obispos, primeros responsables de la evangelización en las Iglesias particulares".
AC/.../SUPERIORAS GENERALES VIS 20070507 (460)
No hay comentarios:
Publicar un comentario