CIUDAD DEL VATICANO, 15 SEP 2006 (VIS).-Benedicto XVI leyó esta mañana, durante el encuentro con los miembros de la Secretaría de Estado, una carta dirigida al cardenal Angelo Sodano, con motivo de su despedida del oficio de Secretario de Estado.
"Cuando el Señor quiso que asumiera el mandato de pastor supremo del Pueblo de Dios -dijo el Santo Padre- pensé que era oportuno pedirle que prosiguiera prestándome su ayuda como directo colaborador mío, compartiendo la atención diaria por el gobierno de la Iglesia universal, y por eso le confirmé en el oficio de Secretario de Estado, tarea que ha cumplido hasta hoy con generosa dedicación y competencia".
Tras referirse a la sucesión por parte del cardenal Tarcisio Bertone, Benedicto XVI afirmó que en una circunstancia tan significativa sentía "la necesidad íntima" de renovar al cardenal Sodano "las más vivas gracias por la fidelidad, la competencia iluminada, la dedicación y el amor con que ha trabajado por el bien de la Iglesia, al lado de los diversos sucesores del apóstol Pedro".
El Papa pasó revista a las distintas etapas del servicio a la Santa Sede del purpurado, que comenzó en 1961 bajo el pontificado del beato Juan XXIII y recordó su labor en las representaciones pontificias de Ecuador, Uruguay y Chile, en el Consejo para Asuntos Públicos de la Iglesia, así como su nombramiento como nuncio apostólico en Chile y más tarde como secretario del Consejo para Asuntos Públicos de la Iglesia, hasta la designación como pro-Secretario de Estado en diciembre de 1990.
"En mis primeros meses de pontificado -afirmó el Santo Padre- también yo he podido apreciar personalmente las dotes de su ánimo de pastor, (...) la dedicación con que ha seguido la tarea cotidiana de la Secretaría de Estado y de las representaciones pontificias en los diversos países del mundo" y "la atención demostrada a todo el personal".
"Además de expresarle mis sentimientos de gratitud me hago también intérprete de todos aquellos que en el transcurso de los años le han conocido y han admirado su sensatez, su prudente sabiduría y la constante entrega (...) con que ha desarrollado su misión, teniendo en cuenta únicamente el bien supremo de la Iglesia".
"La Santa Sede seguirá beneficiándose en el futuro de su aportación, y por ello le soy muy grato, porque continuará con el mismo entusiasmo y la misma generosidad trabajando en el importante oficio de decano del Colegio Cardenalicio y como miembro de diversos dicasterios de la Curia Romana y de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano".
El Papa concluyó pidiendo a Dios "salud física" y "alegría y serenidad" para el cardenal y confiando su persona a la Virgen María, Madre de la Iglesia.
BXVI-CARTA/DESPEDIDA SECRETARIO ESTADO/SODANO VIS 20060915 (450)
"Cuando el Señor quiso que asumiera el mandato de pastor supremo del Pueblo de Dios -dijo el Santo Padre- pensé que era oportuno pedirle que prosiguiera prestándome su ayuda como directo colaborador mío, compartiendo la atención diaria por el gobierno de la Iglesia universal, y por eso le confirmé en el oficio de Secretario de Estado, tarea que ha cumplido hasta hoy con generosa dedicación y competencia".
Tras referirse a la sucesión por parte del cardenal Tarcisio Bertone, Benedicto XVI afirmó que en una circunstancia tan significativa sentía "la necesidad íntima" de renovar al cardenal Sodano "las más vivas gracias por la fidelidad, la competencia iluminada, la dedicación y el amor con que ha trabajado por el bien de la Iglesia, al lado de los diversos sucesores del apóstol Pedro".
El Papa pasó revista a las distintas etapas del servicio a la Santa Sede del purpurado, que comenzó en 1961 bajo el pontificado del beato Juan XXIII y recordó su labor en las representaciones pontificias de Ecuador, Uruguay y Chile, en el Consejo para Asuntos Públicos de la Iglesia, así como su nombramiento como nuncio apostólico en Chile y más tarde como secretario del Consejo para Asuntos Públicos de la Iglesia, hasta la designación como pro-Secretario de Estado en diciembre de 1990.
"En mis primeros meses de pontificado -afirmó el Santo Padre- también yo he podido apreciar personalmente las dotes de su ánimo de pastor, (...) la dedicación con que ha seguido la tarea cotidiana de la Secretaría de Estado y de las representaciones pontificias en los diversos países del mundo" y "la atención demostrada a todo el personal".
"Además de expresarle mis sentimientos de gratitud me hago también intérprete de todos aquellos que en el transcurso de los años le han conocido y han admirado su sensatez, su prudente sabiduría y la constante entrega (...) con que ha desarrollado su misión, teniendo en cuenta únicamente el bien supremo de la Iglesia".
"La Santa Sede seguirá beneficiándose en el futuro de su aportación, y por ello le soy muy grato, porque continuará con el mismo entusiasmo y la misma generosidad trabajando en el importante oficio de decano del Colegio Cardenalicio y como miembro de diversos dicasterios de la Curia Romana y de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano".
El Papa concluyó pidiendo a Dios "salud física" y "alegría y serenidad" para el cardenal y confiando su persona a la Virgen María, Madre de la Iglesia.
BXVI-CARTA/DESPEDIDA SECRETARIO ESTADO/SODANO VIS 20060915 (450)
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