CIUDAD DEL VATICANO, 29 SEP 2006 (VIS).-El Papa recibió esta mañana las cartas credenciales del nuevo embajador de la República de Albania ante la Santa Sede, Rrok Logu.
En su discurso, el Santo Padre puso de relieve que la aspiración del pueblo albanés "a la verdad y a la libertad nunca ha sido cancelada, ni siquiera por la larga y dura dictadura comunista, de la que salió no hace muchos años. Para crecer en un clima de libertad auténtica -dijo- es necesario un contexto ético-espiritual adecuado, fundado en un concepto del ser humano y del mundo que refleje su naturaleza y su vocación".
Tras apoyar la aspiración de Albania de integrarse en la Unión Europea, Benedicto XVI expresó el deseo de que "pueda ofrecer una peculiar contribución al proceso armonioso de unificación del continente".
El Papa se refirió posteriormente a la labor de la Iglesia católica en Albania "para la promoción de la fe y de los valores espirituales, así como para el apoyo a múltiples situaciones de necesidad". En este contexto, recordó a la beata Madre Teresa de Calcuta, que durante su vida "anunció a todos que Dios es amor y que ama a cada ser humano, especialmente al pobre y abandonado. (...) La Iglesia -afirmó- quiere ofrecer un testimonio de este amor mediante sus obras educativas y asistenciales, abiertas no sólo a los católicos, sino a todos".
"Una eminente forma de caridad -continuó- es la actividad política vivida como servicio a la "polis", en la óptica del bien común"; un servicio propio de los laicos católicos, "en el respeto de la autonomía legítima de la política y colaborando con los demás ciudadanos en la construcción de una nación próspera, fraterna y solidaria".
El Santo Padre subrayó que uno de los desafíos que debe afrontar el país es el de la emigración: "Si por un lado es necesario combatir las causas de este fenómeno, también hay que crear las condiciones para que quienes lo deseen puedan regresar a su patria".
Por lo que respecta a las relaciones oficiales entre la Iglesia católica y el Estado, Benedicto XVI manifestó su aprecio por la normativa aprobada "para poner en práctica el Acuerdo de 2002 entre la Santa Sede y la República de Albania, unido al deseo de acuerdos oportunos para regular los aspectos económicos, que tienen mucha importancia".
"La Santa Sede -terminó- quiere contribuir de esta manera a la consolidación en Albania del estado de derecho y del marco jurídico necesario para el ejercicio real de los derechos de los ciudadanos en el ámbito religioso. Esto favorecerá además la convivencia entre las diversas confesiones religiosas del país, que hasta ahora han sabido ofrecer un ejemplo de respeto y colaboración recíproca, que hay que conservar y promover".
CD/CREDENCIALES/ALBANIA:LOGU VIS 20060929 (450)
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