CIUDAD DEL VATICANO, 16 ENE 2006 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy en el Vaticano a una delegación de la comunidad judía de Roma encabezada por el rabino jefe, el doctor Riccardo Di Segni.
Benedicto XVI comenzó su breve discurso con el canto de gracias de Moisés después del paso del Mar Rojo. "Vuestra visita me llena de alegría -dijo- y me impulsa a renovar con vosotros este mismo canto de gratitud por la salvación conseguida. El pueblo de Israel ha sido liberado diversas veces de las manos de los enemigos y, en los siglos del antisemitismo, o en los momentos dramáticos de la Shoah, la mano del Omnipotente lo ha sostenido y guiado. La predilección del Dios de la alianza lo ha acompañado dándole fuerzas para superar las pruebas. De esta amorosa atención divina es testimonio también vuestra comunidad, presente en la ciudad de Roma desde hace más de dos mil años".
"La Iglesia Católica -prosiguió- está cerca de vosotros y es amiga vuestra. (...) Después del Concilio Vaticano II se incrementaron aún más la estima y la confianza recíprocas y los contactos cada vez más fraternos y solidarios que se intensificaron a lo largo del pontificado de mi venerado predecesor Juan Pablo II".
"Participamos en Cristo de vuestra misma herencia de los Padres para servir al Omnipotente (...) injertados sobre el único "tronco santo" del Pueblo de Dios. Como cristianos este hecho nos hace conscientes de que, junto a vosotros, tenemos la responsabilidad de cooperar en el bien de todos los pueblos, en la justicia y la paz, en la verdad y la libertad, en la santidad y el amor. Teniendo en cuenta esta misión común no podemos dejar de denunciar y combatir con decisión el odio y la incomprensión, las injusticias y violencias que siguen sembrando preocupación en el ánimo de los hombres y mujeres de buena voluntad. En ese contexto, ¿cómo no sentir dolor y preocupación por el renovarse, de tanto en tanto, de las manifestaciones de antisemitismo?".
El Papa concluyó formulando los mejores auspicios al rabino y afirmando que "los numerosos desafíos y necesidades de Roma y del mundo nos piden que unamos nuestras manos y nuestros corazones en iniciativas concretas de solidaridad, justicia y caridad. Podemos colaborar juntos para transmitir la antorcha del decálogo y de la esperanza a las generaciones jóvenes".
AC/COMUNIDAD JUDIA ROMA/DI SEGNI VIS 20060116 (400)
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