VIVIR CON COHERENCIA EL EVANGELIO CONLLEVA UN PRECIO

CIUDAD DEL VATICANO, 26 DIC 2005 (VIS).-"Tras haber celebrado ayer con solemnidad el Nacimiento de Cristo, hoy recordamos el nacimiento al cielo de San Esteban, el primer mártir", dijo el Papa este mediodía ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro para el rezo del Angelus.

"Que en el ambiente de alegría de la Navidad -afirmó el Santo Padre- no parezca fuera de lugar la referencia al martirio de San Esteban. Efectivamente, en el pesebre de Belén ya se alarga la sombra de la Cruz. La preanuncian la pobreza del establo en la que llora el Niño, la profecía de Simeón sobre el signo de contradicción y sobre la espada destinada a atravesar el alma de la Virgen, la persecución de Herodes, que hará necesaria la huida a Egipto".

Benedicto XVI señaló que no debía "sorprender que un día este Niño, convertido en adulto, pidiera a sus discípulos que le siguieran en el camino de la Cruz con total confianza y fidelidad. Atraídos por su ejemplo y alentados por su amor, muchos cristianos, desde los orígenes de la Iglesia, dieron testimonio de su fe con el derramamiento de su sangre. A los primeros mártires siguieron otros a lo largo de los siglos, hasta nuestros días".

"¿Cómo no reconocer que también en nuestro tiempo, en varios lugares del mundo, profesar la fe cristiana exige el heroísmo de los mártires? En todas partes, también donde no hay persecuciones, vivir con coherencia el Evangelio conlleva un alto precio que hay que pagar".

"Contemplando al Niño divino en los brazos de María -terminó-, y siguiendo el ejemplo de San Esteban, pidamos a Dios la gracia de vivir con coherencia nuestra fe, siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que nos pida razón de nuestra esperanza".
ANG/SAN ESTEBAN/... VIS 20051228 (300)