CIUDAD DEL VATICANO, 21 NOV 2005 (VIS).-El Papa visitó esta mañana la sede de las Pontificias Academias de las Ciencias y de las Ciencias Sociales, que se encuentra en la Casina Pio IV, en los Jardines Vaticanos y cuyos presidentes son Nicola Cabibbo y Mary Ann Glendon respectivamente.
Tras afirmar que la Pontificia Academia de Ciencias Sociales está celebrando su sesión plenaria sobre el tema "El concepto de persona en las ciencias sociales", el Santo Padre recordó que "los seres humanos forman parte de la naturaleza y, sin embargo, como sujetos libres que poseen valores morales y espirituales, trascienden la naturaleza. Esta realidad antropológica es una parte esencial del pensamiento cristiano, y responde directamente a los intentos de abolir la frontera entre las ciencias humanas y las ciencias naturales, que a menudo se plantean en la sociedad contemporánea".
"Entendida correctamente -continuó-, esta realidad ofrece una respuesta profunda a las cuestiones planteadas actualmente con respecto a la condición del ser humano. Es un tema que debe seguir formando parte del diálogo con la ciencia".
Benedicto XVI puso de relieve que según "el diseño de Dios, las personas no pueden ser separadas de las dimensiones física, psicológica y espiritual de la naturaleza humana. Aunque las culturas cambien con el tiempo, suprimir o ignorar la naturaleza que ellos reclaman "cultivar", puede tener consecuencias graves. Por otra parte, los individuos sólo encuentran su auténtica realización cuando aceptan los elementos genuinos de la naturaleza que los constituye como personas".
"El concepto de persona -añadió- sigue ocasionando una comprensión profunda del carácter único y de la dimensión social de cada ser humano. Esto es especialmente verdad en las instituciones jurídicas y sociales, donde la noción de "persona" es fundamental. Sin embargo, a veces, aún cuando se reconoce en declaraciones internacionales y estatutos jurídicos, algunas culturas, especialmente cuando no están profundamente iluminadas por el Evangelio, son totalmente influenciadas por ideologías de grupo o por una visión de la sociedad individualista y laicista. La doctrina social de la Iglesia Católica, que sitúa a la persona humana en el corazón y en el centro del orden social, puede ofrecer una gran aportación a la reflexión actual sobre cuestiones sociales".
Refiriéndose a Juan Pablo II, el Papa subrayó que "enriqueció y extendió el concepto de persona en sus encíclicas y en otros escritos. Estos textos -continuó- representan un patrimonio que hay que recibir, recoger y asimilar con atención, especialmente por parte de las Academias Pontificias".
Al final del discurso, el Santo Padre manifestó su agradecimiento por poder descubrir una escultura de Juan Pablo II, flanqueada por dos inscripciones conmemorativas. Una de ellas, dijo, "recuerda el especial interés del Siervo de Dios por el trabajo de las Academias, especialmente de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, que fundó en 1994. También señalan su deseo de establecer un diálogo de salvación con el mundo de la ciencia y la cultura, un deseo confiado de manera particular a las Academias Pontificias".
AC/PERSONA/ACAD:ACAD-SS VIS 20051121 (500)
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