CIUDAD DEL VATICANO, 12 OCT 2005 (VIS).-Esta tarde, en el Aula del Sínodo, se celebró la decimosexta Congregación General, en la que se presentó la "Relatio post disceptationem", relación posterior a la discusión, e intervinieron los auditores y auditoras. El presidente delegado de turno fue el cardenal Telesphore Placidus Toppo. A esta sesión vespertina asistieron 239 padres sinodales.
La Relación posterior a la discusión del cardenal Angelo Scola, Relator General, se abre haciendo referencia a Juan Pablo II, que quiso dedicar al tema "Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia", esta XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, y a la meditación con que el Papa Benedicto XVI dio inicio a la I Congregación General.
El cardenal afirma "no haber hecho una síntesis, sino una confrontación de las intervenciones, también debido a la vastedad de los temas tratados y a las sensibilidades puestas en juego. La introducción se concluye enunciando la orientación de fondo surgida, en línea de principio, de las intervenciones: la superación de todo dualismo entre doctrina y pastoral, entre teología y liturgia".
La Relación consta de dos partes: la Primera Parte: "Educar el Pueblo de Dios en la fe en la Eucaristía", está subdividida en cinco capítulos. En el I, se afirma que numerosas intervenciones evidenciaron las dificultades objetivas que el pueblo cristiano encuentra hoy, en creer y en celebrar la Eucaristía, y surgió la grave responsabilidad de los pastores relativas a la evangelización y a la nueva evangelización.
En el II capítulo, se exponen los puntos principales de los contenidos esenciales de este gran misterio, surgidos de la necesidad de educar a los creyentes en una fe integral eucarística.
En el III capítulo se subraya el lugar de gran relieve que tuvo, en la discusión, el nexo entre la Eucaristía y el septenario sacramental.
El IV capítulo trata sobre la Eucaristía y el pueblo sacerdotal, los fieles que en su reunirse juntos descubren nuevamente la propia pertenencia a la Iglesia, y se habla de "Dies Domini", obispo y presbíteros, diáconos permanentes y ministros extraordinarios de la Comunión, parroquia y pequeñas comunidades, familia, vida consagrada, jóvenes.
Por último, el V capítulo, recoge el tema Eucaristía y misión: para ser misionera, la Iglesia, debe ser también profundamente eucarística.
La Segunda Parte, "La acción eucarística", consta de cuatro capítulos. En el I, el Relator hace notar que no pocos padres recordaron con gratitud el benéfico influjo que la reforma litúrgica actuada a partir del Concilio Vaticano II tuvo en la vida de la Iglesia (...) junto a la urgencia de una mayor atención por el "ars celebrandi", (...) después de haber tratado, en el II capítulo, acerca de la estructura de la celebración litúrgica.
En la Conclusión, que precede las diecisiete Cuestiones para los Círculos Menores con los que se cierra la Relación, el cardenal Scola afirma que "el trabajo que les espera ahora a todos los Padres sinodales constituye la parte más delicada, de la que surgirán las "Propuestas" que ofreceremos al discernimiento propio del carisma del Sucesor de Pedro".
A continuación, ofrecemos extractos de seis intervenciones de auditores y de un padre sinodal:
LEONARDO CASCO, PRESIDENTE DE LA "ALIANZA PARA LA FAMILIA" (HONDURAS). "Dado que la realidad nos indica que un enorme contingente de católicos que viven en el mundo actualmente no conocen a cabalidad los principios doctrinales de la fe que profesan, viviendo lo que podría denominarse un catolicismo "light" (para utilizar un término de moda), pareciera entonces imprescindible e impostergable encontrar, 40 años después de la conclusión del Concilio Vaticano II (...) una fórmula que devuelva al fiel laico una formación básica doctrinal, ética y moral, así como la conciencia de la importancia de pertenecer a la única Iglesia de Cristo y el orgullo bueno de ser católico. (...) Considero igualmente necesario, que los Obispos y Sacerdotes no tengan reparo en proponer con alegría y seguridad al fiel laico, una vida de fe exigente y sólida. (...) Me refiero no solamente a insistir en la asistencia a la Misa dominical, sino también en recomendar prácticas diarias de piedad que vayan desde el ofrecimiento de obras en la mañana y el rezo del Angelus y del Santo Rosario, hasta porque no, la misa diaria cuando sea posible. Sobre la base de mi experiencia personal, puedo señalar que cuando estas practicas de piedad se explican y se proponen permanentemente sin descanso y sin cansancio, los frutos se cosechan casi de inmediato, conduciendo al fiel laico a vivir en una atmósfera de fe que los mejora tanto en su vida personal como en la sobrenatural. (...) En resumen, mi intervención se concreta en solicitar se inyecte con un renovado entusiasmo en los fieles laicos de hoy, el espíritu exigente de los cristianos de los primeros tiempos, es decir, el recurso a la oración y a la mortificación, las prácticas diarias de unas normas básicas de piedad y el deber y derecho que tenemos todos los fieles al apostolado".
MARTHA LORENA ALVARADO DE CASCO, PRESIDENTA DEL "COMITE POR LA VIDA" (HONDURAS). "Como esposa, madre, hermana, hija y abuela, pienso que hace falta una formación de la mujer que desde su primera infancia la disponga al desarrollo de sus dos características esenciales: su feminidad y el don de la maternidad. (...) Tristemente en las últimas décadas, la mujer ha ido perdiendo el verdadero significado de su identidad, por lo tanto, del genuino sentido de su misión cristiana. (...) Hay mucho que hacer en el tema de la mujer; no obstante, con todo respeto propongo: 1°) En la medida de lo posible, se mantenga la educación separada de niños y niñas, esto con el fin de crear el ambiente propicio para formar a las jóvenes a imagen de la Virgen María, modelo de toda mujer. Estudios realizados demuestran que la educación separada de niños y niñas facilita, entre otros, el proceso educativo y el desarrollo de una sana afectividad, especialmente en los años de la adolescencia. (...) La educación separada facilita, además, el surgimiento de vocaciones a la vida religiosa. Consecuentemente en los varones la de vocaciones sacerdotales. 2°) Quisiera también llevar a su consideración, se insista en la conformación de grupos juveniles dirigidos específicamente a muchachas con el fin de fortalecer su condición femenina y su formación espiritual y doctrinal. (...) Finalmente, pienso que podría ser una linda experiencia, el promover en las parroquias la adoración a Jesús Sacramentado por familias en días determinados de la semana. Igualmente comparto, tal y como se ha manifestado a lo largo de varias intervenciones, la importancia de facilitar la confesión a los fieles laicos, siendo conveniente por muchas razones, el uso del confesionario cuando se trate de mujeres de cualquier edad".
HERMANO MARC HAYET, RESPONSABLE GENERAL DE LOS PEQUEÑOS HERMANOS DE JESUS (FRANCIA). "Me gustaría hacer una petición. Tenemos que estar atentos cuando hablamos. Al hablar de nuestro mundo, sobre todo en términos de "cultura de la muerte", ¿no estamos quizá faltando al respeto a los que tratan de vivir su fe en Dios o su fe en el ser humano, entregándose al servicio de la vida -desde los padres y madres de familia hasta las personas comprometidas en política o en el ámbito social? Este mundo también es el lugar de la generosidad y de los compromisos, a veces incluso a costa de la vida; y precisamente por este mundo diversificado, y no por otro, que el Padre ama, ha entregado a su Hijo (nos lo recuerda la Eucaristía) y está obrando el Espíritu Santo. (...) Los hombres y las mujeres de hoy sólo escuchan la palabra del Evangelio si se les presenta como una propuesta a su libertad, en un diálogo verdadero en el que respetamos su búsqueda y aceptamos acoger su competencia y su experiencia de vida, incluida la de los más pobres, rica de humanidad. El signo humilde del pan y del vino, accesible a todos y comprensible para todos, quizá nos invita a este diálogo".
SOR RITA BURLEY, A.C.I., SUPERIORA GENERAL DE LAS SIERVAS DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS (GRAN BRETAÑA). "Las siervas del Sagrado Corazón de Jesús (...) tienen en el centro de su vida la celebración de la Eucaristía (...). La invitación de Jesús, "haced esto en memoria mía" se vive con el prolongarse de la gracia de la celebración en la adoración eucarística y en el trabajo apostólico que transmite la experiencia del amor salvífico de Dios. (...). "No hay por lo tanto celebración y adoración de la Eucaristía auténticas que no conduzcan a la misión". (...) Nuestro deseo es ser mujeres y comunidad de compasión y comunión al servicio de la verdadera vida. (...) Esto lo llevamos a cabo de muchas maneras, según las necesidades y las culturas locales; la Eucaristía constituye siempre el corazón latente de nuestra misión. La gente de Bazartete, en Timor Oriental, vive las penosas consecuencias de la guerra. Nuestras hermanas ofrecen la presencia salvífica de la adoración eucarística, sostienen proyectos humanitarios y de instrucción y se dedican a la escucha de los sufrimientos de las personas y las acompañan en el difícil camino hacia la paz y la reconciliación: "Mi paz os dejo, mi paz os doy". En la diócesis de Yokohama, en Japón, en el contexto de un fuerte cultura budista, las hermanas dan un testimonio silencioso de su fe en presencia del Señor Resucitado y, en la enseñanza que prestan en las escuelas y universidades transmiten los valores evangélicos del amor, el perdón y el respeto. (...) La Eucaristía y trabajar en favor de la justicia son dos hechos inseparables. La comunión con Cristo en la Eucaristía comporta la aceptación de la responsabilidad moral de trabajar con El, en colaboración con otros, para transformar sistemas y mentalidades injustas en estrategias y planes que promuevan la verdadera naturaleza del amor de Dios por nuestra familia humana".
ANDREA RICCARDI, FUNDADOR DE LA COMUNIDAD DE SAN EGIDIO (ITALIA). "La vida del cristiano entre la gente transcurre a menudo en el anonimato. ¿El cristiano tiene algo que dar a los demás? No se da sino aquello que se ha recibido: el pan de la Palabra y de la Eucaristía. Jesús dice a sus discípulos: "Dadles de comer": es la misión. Si se ofrece el pan bueno, se experimenta que hay hambre de él; que el tiempo es menos negativo de lo que parece. ¿Y frente a las grandes pobrezas? Hoy nos sentimos extraviados o las olvidamos. No se puede dejar a los pobres sin Evangelio. La caridad no dura sin el alimento de la Eucaristía. Lo he visto en tantas notas e ignotas existencias entre los pobres que hacen que hoy -a pesar de nuestras limitaciones- la Iglesia resurja para los más desesperados. En fin, los cristianos, desde el infierno de las persecuciones del siglo XX, demuestran que siempre es posible vivir y comunicar el Evangelio. En el 2000 Juan Pablo II llamó a recoger los testimonios de los nuevos mártires. Es una obra que habría que llevar a cabo en las Iglesias particulares y en ámbito central. Hay un testamento de los mártires que se debe abrir en el contexto de la Eucaristía. Los lazos entre Eucaristía y martirio son fuente de confianza y esperanza más allá de nuestra lectura realista o pesimista de las situaciones".
ALEXEI V. JUDIN, PROFESOR DE HISTORIA DE LA IGLESIA Y DE DIALOGO INTERCONFESIONAL EN LA UNIVERSIDAD ESTATAL DE HUMANIDADES, COLEGIO SANTO TOMAS DE MOSCU (FEDERACION RUSA). "Como bien sabéis, los católicos rusos afrontamos seriamente el problema del diálogo con los ortodoxos. (...) Por parte católica hay normas que regulan la intercomunión con los no católicos. Pero el reconocimiento recíproco con los ortodoxos de la verdadera presencia del Señor en la Eucaristía nos compromete a caminar hacia delante por el camino del reacercamiento. ¿Qué pasos podemos dar? En primer lugar y sin violar las reglas bien expuestas ni diluir la identidad católica tenemos que pensar cómo superar la crisis del ecumenismo. El ecumenismo, en su versión actual, se concentra sobre todo en la discusión relativa a diversas cuestiones históricas, teológicas, etc... La dimensión del ecumenismo espiritual se limita a oraciones genéricas, a encuentros fraternales en diversos niveles, pero se detiene ante la Eucaristía. En efecto, todas esas expresiones y estos eventos intentan evitar la realidad eucarística. (...) ¿Cómo podemos ahondar este conocimiento recíproco en perspectiva eucarística? No tengo una respuesta cierta, pero puedo presentar una propuesta. Tenemos muchos carismas en la Iglesia Católica -los carismas de las diversas órdenes, de las diversas congregaciones religiosas, de los diversos movimientos. Podemos garantizar la unidad entre ellos no solo en el ámbito jurídico-administrativo sino también en el ámbito espiritual. Por lo tanto, si podemos gestionar la situación en el ambiente católico garantizando la unidad entre los diversos carismas ¿por qué no podemos avecinar también el Misterio Eucarístico en la unidad reconciliada entre la realidad de Oriente y la de Occidente?".
OBISPO JOSEPH ZEN ZE-KIUN, S.D.B., DE HONG KONG (CHINA). "La Iglesia en China, aparentemente dividida en dos, una oficial reconocida por el gobierno y una clandestina que rechaza ser independiente de Roma, es en realidad una sola Iglesia, porque todos quieren estar unidos al Papa. Tras muchos años de separación forzosa, la mayoría de los obispos de la Iglesia oficial ha sido legitimada por la magnanimidad del Santo Padre. En los últimos años especialmente, es cada vez más claro que los obispos ordenados sin aprobación del Romano Pontífice no son aceptados ni por el clero ni por los fieles. Se espera que ante este "sensus Ecclesiae", el gobierno vea la conveniencia de normalizar la situación, a pesar de que los elementos "conservadores" internos a la Iglesia oficial oponen resistencia por obvios motivos de interés. La invitación del Santo Padre a los cuatro obispos para que vinieran al Sínodo era una buena oportunidad, pero parece que se ha desperdiciado. La Eucaristía bien celebrada seguramente acelerará la llegada de la verdadera libertad religiosa para el pueblo chino".
SE/DECIMOSEXTA CONGREGACION/... VIS 20051013 (2300)
No hay comentarios:
Publicar un comentario