EL PAPA RECIBE A PRELADOS DE SRI LANKA EN VISITA "AD LIMINA"

CIUDAD DEL VATICANO, 7 MAY 2005 (VIS).-Benedicto XVI recibió esta mañana a los prelados de la Iglesia de Sri Lanka en visita "ad limina". En el discurso en inglés que dirigió a los obispos, el Papa subrayó que esta era la primera de estas visitas desde su elección.

Sus primeras palabras estuvieron dedicadas a "los devastadores efectos del tsunami del pasado diciembre, que sólo en Sri Lanka se cobró numerosas vidas y dejó a cientos de miles de personas sin hogar". "Aceptad -dijo- mi profundo pésame y el de los católicos de todo el mundo por lo que esas terribles pérdidas han supuesto para vosotros".

"La comunidad cristiana -prosiguió- tiene la obligación particular de ocuparse de los niños que han perdido a sus padres a causa de esa catástrofe natural. (...) Son los más vulnerables de la sociedad (...) y a menudo se olvidan de ellos o están sometidos a una vergonzosa explotación como soldados, obreros o víctimas inocentes del tráfico de seres humanos. No hay que ahorrar esfuerzos para instar a las autoridades civiles y a la comunidad internacional a que luchen contra esos abusos y ofrezcan a los niños la protección legal que justamente les corresponde".

Tras afirmar que "incluso en los momentos más oscuros de nuestras vidas sabemos que Dios no está nunca ausente", Benedicto XVI habló de la "generosidad sin precedentes de la respuesta humanitaria al tsunami" y se congratuló con los obispos por "el modo extraordinario con que la Iglesia en Sri Lanka se esfuerza por hacer frente a las necesidades materiales, morales, psicológicas y espirituales de las víctimas. Podemos reconocer un signo ulterior de la bondad de Dios en la asociación y colaboración de tantos elementos de la sociedad en el esfuerzo de prestar socorro. Fue alentador ver como los miembros de religiones y grupos étnicos diversos en Sri Lanka y en todo el mundo olvidaron sus diferencias para demostrar su solidaridad con los afligidos y redescubrir los lazos fraternos que los unen. Estoy seguro que encontraréis formas de construir sobre los resultados de esta cooperación, especialmente asegurando que la ayuda se preste libremente a todos los que la necesitan".

Benedicto XVI finalizó recordando que "la Iglesia en Sri Lanka es joven -la tercera parte de la población en ese país tiene menos de quince años- y este hecho es una gran esperanza para el futuro. La educación religiosa en las escuelas debe suponer una prioridad alta. Cualquier dificultad que encontréis en este sector, no debe impediros cumplir vuestras responsabilidades. Los seminarios también requieren una atención particular por parte de los obispos. Os invito por tanto a ocuparos siempre de que los seminaristas reciban una sólida formación espiritual y teológica. Necesitan aliento para ejercer su futuro apostolado de una forma que atraiga a los demás a seguir a Cristo. Cuanto más santos, más alegres y más apasionados sean en su ministerio sacerdotal, más fructífero será éste".
AL/.../SRI LANKA VIS 20050509 (502)