ARZOBISPO MIGLIORE: EXAMINAR DE NUEVO LA DISUASIVA NUCLEAR

CIUDAD DEL VATICANO, 5 MAY 2005 (VIS).-El arzobispo Celestino Migliore, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, intervino el 4 de mayo en la Séptima Conferencia de Revisión de los Estados que adhieren al Tratado sobre no proliferación de las armas nucleares, que compromete a todos los estados firmantes a respaldar el tratado en su integridad.

La Santa Sede, uno de los 188 estados parte -explicó el arzobispo-, adhirió al tratado en 1971 "convencida de que era un paso importante para la creación de un sistema de desarme completo y general bajo un eficaz control internacional, algo que sería posible si se observase tanto en el detalle como en su integridad". A lo largo de los años, agregó, "el tratado se ha convertido en una piedra angular del marco de la seguridad mundial, que ha contribuido, de alguna forma, a frenar la carrera a las armas".

Cuando entró en vigor en los años 70, se registraron al mismo tiempo "profundos cambios sociales y geopolíticos. Comenzó a aumentar la sensibilidad sobre la estrecha relación y la interdependencia entre la seguridad nacional e internacional, mientras surgían nuevos retos, como el terrorismo transnacional y la difusión ilegal de materiales para la construcción de armas de destrucción de masa".

"Dado que el tratado es el único instrumento legal actualmente disponible para alcanzar un mundo libre de armas nucleares -puntualizó el prelado-, no hay que permitir que se debilite. La humanidad se merece la plena colaboración de todos los estados en esta materia crucial. (...) Hay que reforzar la parte del tratado relativa a la no proliferación y (...) es necesario cumplir también los apartados que se refieren al desarme nuclear".

"Ha pasado el tiempo de encontrar maneras para llegar a un "equilibrio del terror" -concluyó-. Es hora de examinar de nuevo la entera estrategia de disuasiva nuclear. (...) La Santa Sede nunca ha considerado la disuasiva nuclear una medida permanente, ni tampoco lo considera hoy, cuando es evidente que ésta desemboca en el desarrollo de armas nucleares siempre nuevas. (...) Tenemos que recordar siempre que el uso de las armas no debe producir males y desórdenes más graves que los que se pretendía eliminar con ellas".
DELSS/ARMAS NUCLEARES/ONU:MIGLIORE VIS 20050506 (390)