CIUDAD DEL VATICANO, 24 SEP 2004 (VIS).-El Santo Padre recibió esta mañana en Castelgandolfo a los participantes en el capítulo general del Instituto de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada.
Tras recordar el lema de la asamblea capitular, "Testigos de la esperanza", el Papa dijo que la presencia de los Oblatos, "animada por un auténtico fervor religiosos y misionero deber ser signo y semilla de esperanza para los que os encuentran, tanto en ambientes secularizados como en lugares donde todavía no ha llegado el primer anuncio del Evangelio".
"Os animo -continuó- a perseverar en los objetivos que os habéis propuesto, sobre todo el de una unión fraterna renovada, según la voluntad del santo fundador, Eugenio de Mazenod, que pensaba en el Instituto como en una familia cuyos miembros forman un solo corazón y una sola alma". Juan Pablo II señaló que hoy estaban presentes "con más de mil comunidades en 67 países, y esta unidad es un desafío exigente pero muy importante para la humanidad, llamada a recorrer el camino de la solidaridad en la diversidad".
El Papa manifestó su aprecio por la reflexión sobre "los cambios profundos que están jalonando esta etapa de la congregación, cuyo centro de gravedad se va dirigiendo hacia las zonas más pobres del mundo. Este hecho tan significativo os lleva a actualizar el aspecto formativo, la distribución de las personas, las formas de gobierno y de comunión de los bienes".
"¡Tomad decisiones claras según las prioridades de vuestra misión! Entre las exigencias prioritarias -terminó- se encuentra el cuidado permanente de la vida espiritual para renovar constantemente vuestra fidelidad al carisma originario. Dios, por medio de la acción del Espíritu Santo, permite a las familias religiosas responder adecuadamente a los nuevos desafíos, sirviéndose del don específico que se les ha confiado".
AC/.../OBLATOS MARIA INMACULADA VIS 20040924 (300)
Tras recordar el lema de la asamblea capitular, "Testigos de la esperanza", el Papa dijo que la presencia de los Oblatos, "animada por un auténtico fervor religiosos y misionero deber ser signo y semilla de esperanza para los que os encuentran, tanto en ambientes secularizados como en lugares donde todavía no ha llegado el primer anuncio del Evangelio".
"Os animo -continuó- a perseverar en los objetivos que os habéis propuesto, sobre todo el de una unión fraterna renovada, según la voluntad del santo fundador, Eugenio de Mazenod, que pensaba en el Instituto como en una familia cuyos miembros forman un solo corazón y una sola alma". Juan Pablo II señaló que hoy estaban presentes "con más de mil comunidades en 67 países, y esta unidad es un desafío exigente pero muy importante para la humanidad, llamada a recorrer el camino de la solidaridad en la diversidad".
El Papa manifestó su aprecio por la reflexión sobre "los cambios profundos que están jalonando esta etapa de la congregación, cuyo centro de gravedad se va dirigiendo hacia las zonas más pobres del mundo. Este hecho tan significativo os lleva a actualizar el aspecto formativo, la distribución de las personas, las formas de gobierno y de comunión de los bienes".
"¡Tomad decisiones claras según las prioridades de vuestra misión! Entre las exigencias prioritarias -terminó- se encuentra el cuidado permanente de la vida espiritual para renovar constantemente vuestra fidelidad al carisma originario. Dios, por medio de la acción del Espíritu Santo, permite a las familias religiosas responder adecuadamente a los nuevos desafíos, sirviéndose del don específico que se les ha confiado".
AC/.../OBLATOS MARIA INMACULADA VIS 20040924 (300)
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