EL CARDENAL JEAN-LOUIS TAURAN, bibliotecario y archivero de la Santa Iglesia Romana, pronunció una homilía en una misa solemne en la catedral vienesa de San Esteban (Austria) el 17 de septiembre con motivo de la Conferencia General del Organismo Internacional de Energía Atómica. En la homilía, publicada hoy, el cardenal dice que los representantes de los organismos de las Naciones Unidas en Viena tienen "la vocación especial de proclamar que la paz es posible. (...) Como cristianos y por vocación, damos testimonio de la paz condenando todo tipo de violencia, rechazando las ideologías que la respaldan y los sistemas políticos que la promueven; eliminando la violencia de todas las formas de vida. La violencia es la imposición del juicio propio, es no templar el derecho con la caridad. La violencia es la exclusión de los más débiles y menos dotados, es fomentar un espíritu de revancha. (...) En el mundo despiadado que hemos construido, los cristianos están llamados a ejercer lo que me atrevería a llamar 'el poder del corazón'. (...) En esta enorme tarea los cristianos pueden contar con la ayuda de los creyentes de otras religiones. Más que nunca, especialmente en el contexto internacional contemporáneo, es urgente dar testimonio, mediante gestos concretos, de que las grandes religiones son factores de paz y para la paz, y no de guerra".
MONSEÑOR LEO BOCCARDI, REPRESENTANTE DE LA SANTA SEDE EN la 48 Conferencia General de la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) celebrada en Viena, del 20 al 24 de septiembre, pronunció un discurso en dicha sede el 22 de septiembre. "Las violentas acciones que en los últimos tiempos han tenido como escenario Rusia y otros lugares del mundo -dijo- ofenden gravemente a la humanidad. Las violaciones constantes de la dignidad humana y las víctimas inocentes del terrorismo llaman la atención de todos para afrontar eficazmente los motivos que están a la base de esa forma moderna de barbarie. Debemos seguir considerando que el diálogo es esencial para establecer la paz y la seguridad". El prelado subrayó las "continuas amenazas a la paz y la estabilidad debida a la proliferación de armas de destrucción de masa" y recordó que hay amenazas de proliferación nuclear, así como países interesados en la adquisición ilegal de armas de destrucción de masa, además del "peligro de que los terroristas accedan a esos materiales y a esa tecnología". Después mencionó la creciente inseguridad en Oriente Medio, sobre todo en Tierra Santa e Irak, y subrayó la necesidad de promover "la aplicación pacífica de la tecnología nuclear", para que "pueda responder a las preocupaciones más urgentes", como la gestión de las reservas de agua potable, de los cultivos, la lucha contra la malnutrición, la cura de las enfermedades y la mayor tolerancia a la sal en los climas áridos.
.../EN BREVE/… VIS 20040927 (470)
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