CIUDAD DEL VATICANO, 29 SEP 2004 (VIS).-El cardenal Joseph Ratzinger, decano del colegio cardenalicio, presidió ayer por la tarde en el altar de la Cátedra de la basílica de San Pedro una misa por los pontífices difuntos Pablo VI y Juan Pablo I. El purpurado centró su homilía en el amor y la verdad, de los que dijo, son "los dos polos de la misión confiada a los sucesores de Pedro".
"Apacentar el rebaño de Cristo y amar al Señor son lo mismo. Es el amor de Cristo que guía las ovejas por el camino recto y construye la Iglesia", afirmó. Y explicó que esta era la clave de la visión que Pablo VI tenía del Concilio Vaticano II y del primado del Papa. "Todos nosotros a los pies de Cristo, para ser siervos de Cristo, para servir el Evangelio: La esencia del cristianismo es Cristo -no una doctrina, sino una persona y evangelizar es guiar a la amistad con Cristo- a la comunión de amor con el Señor, que es la luz verdadera de nuestra vida".
El cardenal recordó que el primado del papa "en su esencia íntima no es un ejercicio de poder, sino 'llevar el peso de los demás', es responsabilidad del amor. El amor es justo lo contrario de la indiferencia con el prójimo. (...) Y el amor de Cristo es amor por los pobres, por los que sufren. Sabemos muy bien como nuestros papas se comprometían con fuerza contra la injusticia, por los derechos de los oprimidos, de los que no tenían poder".
"El amor sería ciego sin la verdad", subrayó el purpurado. "Después de la comunión pedimos al Señor que haga que los Supremos Pontífices, sus sucesores, 'entren en plena posesión de la verdad, en la que con coraje apostólico confirmen a sus hermanos'. (...) Pablo VI y Juan Pablo I confirmaron 'con coraje apostólico' a sus hermanos. En un tiempo donde vemos como Satanás 'valora como el trigo' a los discípulos de Cristo, la fe imperturbable de los Papas fue visiblemente la roca en la que se asienta la Iglesia".
.../MISA PONTÍFICES DIFUNTOS /RATZINGER VIS 20040929 (350)
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