CIUDAD DEL VATICANO, 11 JUL 2004 (VIS).-Juan Pablo II, que transcurre sus vacaciones en el pueblo valdostano de Les Combes d'Introd, rezó el Ángelus con unos 6.000 fieles que se habían desplazado a esa localidad. Antes de la oración mariana, el Santo Padre saludó a los peregrinos así como a las autoridades civiles y religiosas, entre ellas, al obispo Giuseppe Anfossi, de Aosta y a las comunidades salesianas de Les Combes y Lombriasco.
"En este oasis de calma -dijo el Papa-, frente al espectáculo maravilloso de la naturaleza, se siente qué provechoso es el silencio, un bien cada vez más raro en nuestros días. Las múltiples oportunidades de relación e información que ofrece la sociedad moderna a veces pueden quitar espacio al recogimiento, hasta hacer que las personas sean incapaces de reflexionar y de rezar. En realidad, solo en el silencio el ser humano consigue escuchar en lo profundo de su conciencia la voz de Dios, que lo hace verdaderamente libre. Y las vacaciones pueden contribuir a descubrir y cultivar esta indispensable dimensión interior de la existencia humana".
Juan Pablo II afirmó que el "modelo perfecto de escucha de Dios" es la Virgen María, a la que están dedicados muchos santuarios en Aosta. "Bendigo en particular -agregó- la imagen de la 'Virgencita del Gran Paradiso', restaurada cincuenta años después de ser colocada en la cima de esta montaña tan majestuosa. ¡Que María, a la que dentro de pocos días celebraremos como 'Reina del Monte Carmelo', nos ayude a ver en la belleza de la creación un reflejo de la gloria divina y nos ayude a encaminarnos con todas nuestras energías hacia la cima espiritual de la santidad!".
ANG/SILENCIO:ORACIÓN/LES COMBES VIS 20040712 (290)
No hay comentarios:
Publicar un comentario