CIUDAD DEL VATICANO, 24 JUN 2004 (VIS).-El Papa recibió esta mañana a 70 participantes en el encuentro anual de la ROACO (Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales), que está bajo el patrocinio de la Congregación para las Iglesias Orientales.
El Santo Padre recordó "las comunidades cristianas de las Iglesias de Oriente, sometidas a una dura prueba a causa de los actuales conflictos, del terrorismo y de otras dificultades", a las que, aseguró, "no les falta vuestra ayuda". Asimismo, les agradeció la atención prestada durante estas sesiones a la situación de la Iglesia greco-católica de Rumania. "Gracias por vuestra solicitud. Se trata de un servicio precioso de solidaridad con los más necesitados".
Refiriéndose a la Colecta para Tierra Santa, que se recoge el Viernes Santo en todo el mundo, Juan Pablo II señaló que "es necesario perseverar, rezando intensamente por la paz de los pueblos que viven en la Tierra de Jesús. Que a los cristianos tan probados por el perdurar de la violencia y otros numerosos problemas que causan pobreza económica, conflictos sociales, degradación humana y social, no falte el apoyo de la Iglesia católica. También gracias a la Colecta (...) es posible contribuir a la resolución de las necesidades y alimentar el espíritu de acogida y de respeto recíprocos, favoreciendo una voluntad común de reconciliación. Todo esto contribuirá a construir la paz tan deseada".
El Papa puso de relieve que una de las tareas más importantes de la Congregación "para sostener la vida pastoral y la labor evangelizadora de las Iglesias católicas de Oriente es la formación de los formadores". En este sentido, resaltó el esfuerzo también económico, del dicasterio "para preparar sacerdotes, seguir a seminaristas, religiosas y religiosos, laicas y laicos de modo que las Iglesias, superados los límites del pasado, puedan contar ahora con pastores expertos y laicos responsables y competentes".
AC/ROACO:IGLESIAS ORIENTALES/... VIS 20040624 (320)
El Santo Padre recordó "las comunidades cristianas de las Iglesias de Oriente, sometidas a una dura prueba a causa de los actuales conflictos, del terrorismo y de otras dificultades", a las que, aseguró, "no les falta vuestra ayuda". Asimismo, les agradeció la atención prestada durante estas sesiones a la situación de la Iglesia greco-católica de Rumania. "Gracias por vuestra solicitud. Se trata de un servicio precioso de solidaridad con los más necesitados".
Refiriéndose a la Colecta para Tierra Santa, que se recoge el Viernes Santo en todo el mundo, Juan Pablo II señaló que "es necesario perseverar, rezando intensamente por la paz de los pueblos que viven en la Tierra de Jesús. Que a los cristianos tan probados por el perdurar de la violencia y otros numerosos problemas que causan pobreza económica, conflictos sociales, degradación humana y social, no falte el apoyo de la Iglesia católica. También gracias a la Colecta (...) es posible contribuir a la resolución de las necesidades y alimentar el espíritu de acogida y de respeto recíprocos, favoreciendo una voluntad común de reconciliación. Todo esto contribuirá a construir la paz tan deseada".
El Papa puso de relieve que una de las tareas más importantes de la Congregación "para sostener la vida pastoral y la labor evangelizadora de las Iglesias católicas de Oriente es la formación de los formadores". En este sentido, resaltó el esfuerzo también económico, del dicasterio "para preparar sacerdotes, seguir a seminaristas, religiosas y religiosos, laicas y laicos de modo que las Iglesias, superados los límites del pasado, puedan contar ahora con pastores expertos y laicos responsables y competentes".
AC/ROACO:IGLESIAS ORIENTALES/... VIS 20040624 (320)
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