IGLESIA SIRO-MALABAR, PARTE DE LA RICA CULTURA INDIA

CIUDAD DEL VATICANO, 13 MAY 2003 (VIS) - Los obispos de la Iglesia Siro-Malabar de India fueron recibidos hoy por el Papa, al final de su visita "ad limina". El Papa les recordó que los orígenes de su Iglesia estaban "estrechamente ligados con el alba de la cristiandad y los esfuerzos misioneros de los apóstoles". "La liturgia de la Iglesia Siro-Malabar -agregó- que durante siglos ha sido una parte de la rica y variada cultura de India, es la expresión más vívida de la identidad de vuestras gentes".

"Ya que 'la Eucaristía es (...) la posesión más preciosa con que cuenta la Iglesia en su viaje a través de la historia', os exhorto -dijo el Santo Padre- a custodiar y renovar este tesoro con gran cuidado, sin permitir jamás que sea fuente de división. (...) Como custodios primarios de la liturgia, estáis llamados en todo momento a vigilar para protegerla de experimentos inadecuados por parte de algunos sacerdotes, que violan la integridad de la liturgia y también pueden ser perjudiciales para los fieles".

Refiriéndose al tema de la pastoral de los católicos orientales tanto en India como fuera de ella, Juan Pablo II afirmó que "sigue siendo una preocupación de la Conferencia Episcopal Católica de la India y del Sínodo Siro-Malabar. Quiero subrayar 'la necesidad urgente de superar los miedos y las incomprensiones que surgen a veces entre las Iglesias Orientales y la Iglesia Latina, (...) especialmente en materia de pastoral de sus gentes también fuera de su propio territorio'", dijo citando la exhortación apostólica "Ecclesia in Asia". "Estoy seguro de que seguiréis trabajando en estrecho contacto con vuestros hermanos obispos de rito latino y con la Santa Sede para garantizar que los siro-malabares reciban en toda India y en el mundo la asistencia espiritual que les corresponde en el respeto estricto de las disposiciones canónicas que son, como sabemos, los medios apropiados para la defensa de la comunión eclesial".

"La caridad impulsa a todo cristiano a proclamar la Buena Nueva de Jesucristo hasta los confines del mundo. La evangelización auténtica toma en consideración la cultura y las costumbres locales, respetando siempre el 'derecho inalienable' de toda persona a la libertad religiosa. El principio sigue siendo válido: 'La Iglesia propone, no impone nada'". A continuación el Papa dijo a los obispos que su apertura a los hermanos y hermanas de otras religiones "no puede disminuir nunca la obligación de proclamar a Jesucristo como el camino, la verdad y la vida".

"Me uno a vosotros -concluyó el Papa- para dar gracias porque vuestras eparquías han sido bendecidas con tantos sacerdotes y religiosos. (...) El peso de vuestra misión pastoral no puede llevarse a cabo sin el clero, vuestros colaboradores en el sacro ministerio. (...) La necesidad que tenéis de vuestros sacerdotes os lleva a reforzar los lazos con ellos. Son hermanos e hijos vuestros. (...) Del mismo modo, los religiosos a vuestro cargo son miembros de vuestra familia. El testimonio que ofrecen tantos hombres y mujeres consagrados a una vida de castidad, pobreza y obediencia representa un verdadero signo de contradicción en una nación que cada vez se seculariza más".

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