CIUDAD DEL VATICANO, 3 FEB 2003 (VIS) - Juan Pablo II recibió esta mañana a los miembros del Sínodo Permanente de la Iglesia Greco-Católica, en particular a su arzobispo mayor, el cardenal Lubomyr Husar. El Papa subrayó que esta reunión en Roma era "una feliz ocasión para reafirmar la comunión con el Sucesor de Pedro".
"La Iglesia Greco-Católica Ucraniana que ha renacido tras los trágicos acontecimientos del siglo pasado -dijo el Santo Padre- prosigue su camino de reconstrucción, consciente de su gran herencia espiritual, del fecundo testimonio de sus mártires y de la necesidad de mantener a todos los niveles una actitud de diálogo, de colaboración, de comunión".
El Papa les alentó a proseguir este camino y recordó que sus recientes encuentros con los obispos de rito latino habían permitido a todos "considerar (...) las cuestiones pastorales que interesan a ambas comunidades. Esos encuentros son una aplicación práctica de la comunión afectiva y efectiva que debe guiar a los pastores del rebaño de Cristo".
"Esa comunión -concluyó el Santo Padre- es muy necesaria si reflexionamos sobre los retos que nos plantea la situación actual: desde las necesidades espirituales de amplios sectores de la población, a los graves dilemas de la emigración; de las dificultades de los menos afortunados a los problemas familiares; de la exigencia de un diálogo ecuménico al deseo de una mayor integración en el contexto europeo".
AC;IGLESIA GRECO-CATOLICA;...;UCRANIA;VIS;20030203;240;
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