CIUDAD DEL VATICANO, 1 DIC 2002 (VIS) - A las 10,00 de hoy, primer domingo de Adviento, el Santo Padre celebró misa en el Aula Pablo VI para la comunidad católica filipina residente en Roma. De este modo, el Papa reanuda sus habituales encuentros con las parroquias y comunidades de su diócesis.
En la homilía, pronunciada en inglés, Juan Pablo II dijo que la existencia de 39 centros pastorales en Roma eran una muestra de la "preocupación de la Iglesia por los fieles filipinos".
"Manteneos firmes -afirmó el Santo Padre- al rico patrimonio cultural y religioso, que es parte integrante de vuestra identidad. Muchos de vosotros habéis tenido que buscar trabajo aquí en Italia y habéis logrado un nivel de vida que os capacita para ayudar a vuestra familia en su patria. Para otros, sin embargo, y espero que sean pocos -continuó-, vuestra situación como inmigrantes ha creado serios problemas, como el de la soledad, la separación de las familias, la pérdida de los valores transmitidos en el pasado y a veces incluso la pérdida de vuestra fe".
"Me gustaría renovaros a todos, y en particular a las numerosas mujeres presentes aquí, las palabras de aliento que hemos escuchado en la liturgia de hoy: '¡No os desaniméis! Que no se debilite la fe, porque el Señor está cerca. Por el hecho de ser inmigrantes os ama más el Señor, que como recordamos en el Adviento, vino a la tierra para salvarnos".
El Papa exhortó a la comunidad filipina a "seguir con confianza y determinación por el camino de la fe y solidaridad. (...) El testimonio de una vida cristiana auténtica os mantendrá unidos y os seguiréis ganando el respeto y la ayuda de los demás. Pido a aquellos para los que trabajáis que os acojan y os amen como queridos hermanos y hermanas en Cristo. Todos debemos trabajar juntos para construir la civilización del amor".
HML;...;...;COMUNIDAD FILIPINA;VIS;20021202;320;
En la homilía, pronunciada en inglés, Juan Pablo II dijo que la existencia de 39 centros pastorales en Roma eran una muestra de la "preocupación de la Iglesia por los fieles filipinos".
"Manteneos firmes -afirmó el Santo Padre- al rico patrimonio cultural y religioso, que es parte integrante de vuestra identidad. Muchos de vosotros habéis tenido que buscar trabajo aquí en Italia y habéis logrado un nivel de vida que os capacita para ayudar a vuestra familia en su patria. Para otros, sin embargo, y espero que sean pocos -continuó-, vuestra situación como inmigrantes ha creado serios problemas, como el de la soledad, la separación de las familias, la pérdida de los valores transmitidos en el pasado y a veces incluso la pérdida de vuestra fe".
"Me gustaría renovaros a todos, y en particular a las numerosas mujeres presentes aquí, las palabras de aliento que hemos escuchado en la liturgia de hoy: '¡No os desaniméis! Que no se debilite la fe, porque el Señor está cerca. Por el hecho de ser inmigrantes os ama más el Señor, que como recordamos en el Adviento, vino a la tierra para salvarnos".
El Papa exhortó a la comunidad filipina a "seguir con confianza y determinación por el camino de la fe y solidaridad. (...) El testimonio de una vida cristiana auténtica os mantendrá unidos y os seguiréis ganando el respeto y la ayuda de los demás. Pido a aquellos para los que trabajáis que os acojan y os amen como queridos hermanos y hermanas en Cristo. Todos debemos trabajar juntos para construir la civilización del amor".
HML;...;...;COMUNIDAD FILIPINA;VIS;20021202;320;
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