CIUDAD DEL VATICANO, 9 ABR 2002 (VIS) - El arzobispo Javier Lozano Barragán, presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, pronunció un discurso durante la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, organizada por las Naciones Unidas y celebrada en Madrid (España).
"Los ancianos son los custodios de la memoria colectiva, tienen la perspectiva del pasado y del futuro", dijo el prelado. "Su vida deberá converger en relaciones intergeneracionales, poniendo a disposición de todos el tesoro de su tiempo, capacidad y experiencias". No obstante, observó, "en el culto actual de la productividad global, corren el peligro de pensarse inútiles". Al mismo tiempo que aumenta el número de ancianos en todo el mundo, subrayó el arzobispo, se registra también un "creciente número de ancianos desamparados". A pesar de que la Iglesia Católica cuente con pocos recursos y personas, "hoy como antes, trata de ayudarles aún en el plano asistencial". "Las Agencias y Organizaciones Católicas contamos -agregó- con 13.238 centros de asistencia para ancianos en todo el mundo".
El arzobispo Lozano afirmó que es necesario crear una sociedad basada en la equidad intergeneracional e indicó 14 acciones encaminadas a conseguirlo. Las indicaciones de la Santa Sede son: incluir al anciano en la toma de decisiones tanto a nivel familiar como social; cuidar de los ancianos con enfermedades mentales como el Alzheimer y similares; legislar y fortalecer los esfuerzos legales existentes para eliminar cualquier abuso; proteger su dignidad y su vida hasta su fin natural, proveyendo los cuidados paliativos; instar al anciano a conservar su autosuficiencia y movilidad hasta donde le sea posible.
DELSS;ENVEJECIMIENTO;...;MADRID; LOZANO;VIS;20020409;270;
"Los ancianos son los custodios de la memoria colectiva, tienen la perspectiva del pasado y del futuro", dijo el prelado. "Su vida deberá converger en relaciones intergeneracionales, poniendo a disposición de todos el tesoro de su tiempo, capacidad y experiencias". No obstante, observó, "en el culto actual de la productividad global, corren el peligro de pensarse inútiles". Al mismo tiempo que aumenta el número de ancianos en todo el mundo, subrayó el arzobispo, se registra también un "creciente número de ancianos desamparados". A pesar de que la Iglesia Católica cuente con pocos recursos y personas, "hoy como antes, trata de ayudarles aún en el plano asistencial". "Las Agencias y Organizaciones Católicas contamos -agregó- con 13.238 centros de asistencia para ancianos en todo el mundo".
El arzobispo Lozano afirmó que es necesario crear una sociedad basada en la equidad intergeneracional e indicó 14 acciones encaminadas a conseguirlo. Las indicaciones de la Santa Sede son: incluir al anciano en la toma de decisiones tanto a nivel familiar como social; cuidar de los ancianos con enfermedades mentales como el Alzheimer y similares; legislar y fortalecer los esfuerzos legales existentes para eliminar cualquier abuso; proteger su dignidad y su vida hasta su fin natural, proveyendo los cuidados paliativos; instar al anciano a conservar su autosuficiencia y movilidad hasta donde le sea posible.
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