CIUDAD DEL VATICANO, 9 ABR 2002 (VIS) - Sigue el telegrama enviado por Juan Pablo II, mediante el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, al obispo Libardo Ramírez Gómez, de Garzón (Colombia), con motivo del asesinato del sacerdote Juan Ramón Núñez, mientras distribuía la comunión durante una misa, el pasado domingo en las cercanías de Bogotá:
"Profundamente apenado ante la dolorosa noticia del asesinato del padre Juan Ramón Núñez mientras distribuía la comunión durante la celebración de la Santa Misa, así como del feligrés Joaquín Quebrada, Su Santidad desea hacer llegar a vuestra excelencia, al presbiterio y demás fieles diocesanos y, en especial, a la comunidad parroquial de La Argentina en el departamento de Huila, su sentido pésame, ofreciendo al mismo tiempo sufragios por el eterno descanso de esas víctimas de una violencia, tan pertinaz y feroz como injustificada y deleznable, que no ha ahorrado la vida de un sacerdote de Cristo mientras ejercía su ministerio sagrado.
El Santo Padre, que reprueba una vez más con vigor cualquier atentado a la vida y dignidad de las personas, invita a los sacerdotes y demás evangelizadores de la diócesis a poner toda su esperanza en la fuerza de vida y de paz que nace de Jesús resucitado, para continuar sin desaliento en su misión pastoral.
Mientras desea expresar también a los familiares del padre Núñez y del señor Quebrada su paternal cercanía en esta dolorosa circunstancia, el Sumo Pontífice les imparte de corazón, así como a esa comunidad eclesial, la confortadora bendición apostólica".
TGR;ASESINATO SACERDOTE;...;COLOMBIA; SODANO;VIS;20020409;280;
"Profundamente apenado ante la dolorosa noticia del asesinato del padre Juan Ramón Núñez mientras distribuía la comunión durante la celebración de la Santa Misa, así como del feligrés Joaquín Quebrada, Su Santidad desea hacer llegar a vuestra excelencia, al presbiterio y demás fieles diocesanos y, en especial, a la comunidad parroquial de La Argentina en el departamento de Huila, su sentido pésame, ofreciendo al mismo tiempo sufragios por el eterno descanso de esas víctimas de una violencia, tan pertinaz y feroz como injustificada y deleznable, que no ha ahorrado la vida de un sacerdote de Cristo mientras ejercía su ministerio sagrado.
El Santo Padre, que reprueba una vez más con vigor cualquier atentado a la vida y dignidad de las personas, invita a los sacerdotes y demás evangelizadores de la diócesis a poner toda su esperanza en la fuerza de vida y de paz que nace de Jesús resucitado, para continuar sin desaliento en su misión pastoral.
Mientras desea expresar también a los familiares del padre Núñez y del señor Quebrada su paternal cercanía en esta dolorosa circunstancia, el Sumo Pontífice les imparte de corazón, así como a esa comunidad eclesial, la confortadora bendición apostólica".
TGR;ASESINATO SACERDOTE;...;COLOMBIA; SODANO;VIS;20020409;280;
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