CIUDAD DEL VATICANO, 18 MAR 2002 (VIS) - El Santo Padre recibió esta mañana al rector, sacerdotes, profesores y seminaristas del Seminario Regional San Pío X de Catanzaro, en el sur de Italia, con motivo del 90 aniversario de su fundación.
"'Y vosotros ¿quién decís que soy Yo?'. Esta es la pregunta -dijo el Papa- que Jesús plantea a aquellos 'seminaristas' tan particulares que fueron los apóstoles. Esta misma pregunta la hace a cada uno de vosotros, llamados a ser los evangelizadores de la tierra de Calabria". Juan Pablo II recordó entonces la visita que efectuó en 1984 a Catanzaro y a este seminario y afirmó que las palabras que pronunció en aquella ocasión siguen siendo vigentes: "Cuanto más se descristianizan las personas, cuanto más se encuentran presas de la incertidumbre o de la indiferencia, más necesidad se tiene de verá en la persona de los sacerdotes esa fe radical que es como un faro en la noche o como una roca a la que agarrarse".
El seminario, prosiguió, debe ser "un lugar de silencio" y "una casa de oración", donde los futuros sacerdotes puedan tener un encuentro íntimo con Nuestro Señor Jesucristo que les prepara a "convertirse en maestros de fe".
"El período de formación en el seminario -subrayó el Santo Padre- debe ser un tiempo especial de silencio y espera, de pobreza y comunión, de búsqueda de Dios y amor por los hermanos, particularmente por los últimos, haciendo de la comunidad del Seminario una expresión privilegiada de la Iglesia 'germen y principio' sobre la tierra del Reino de Cristo y de Dios".
El Papa finalizó sus palabras recordando que mañana es la solemnidad de San José que, observó, "resplandece en la Iglesia por su vocación singular vivida en silencio, en la búsqueda atenta del plan amoroso de Dios y en la total dedicación a Cristo".
AC;ANIVERSARIO SEMINARIO;...;CATANZARO;VIS;20020318;320;
"'Y vosotros ¿quién decís que soy Yo?'. Esta es la pregunta -dijo el Papa- que Jesús plantea a aquellos 'seminaristas' tan particulares que fueron los apóstoles. Esta misma pregunta la hace a cada uno de vosotros, llamados a ser los evangelizadores de la tierra de Calabria". Juan Pablo II recordó entonces la visita que efectuó en 1984 a Catanzaro y a este seminario y afirmó que las palabras que pronunció en aquella ocasión siguen siendo vigentes: "Cuanto más se descristianizan las personas, cuanto más se encuentran presas de la incertidumbre o de la indiferencia, más necesidad se tiene de verá en la persona de los sacerdotes esa fe radical que es como un faro en la noche o como una roca a la que agarrarse".
El seminario, prosiguió, debe ser "un lugar de silencio" y "una casa de oración", donde los futuros sacerdotes puedan tener un encuentro íntimo con Nuestro Señor Jesucristo que les prepara a "convertirse en maestros de fe".
"El período de formación en el seminario -subrayó el Santo Padre- debe ser un tiempo especial de silencio y espera, de pobreza y comunión, de búsqueda de Dios y amor por los hermanos, particularmente por los últimos, haciendo de la comunidad del Seminario una expresión privilegiada de la Iglesia 'germen y principio' sobre la tierra del Reino de Cristo y de Dios".
El Papa finalizó sus palabras recordando que mañana es la solemnidad de San José que, observó, "resplandece en la Iglesia por su vocación singular vivida en silencio, en la búsqueda atenta del plan amoroso de Dios y en la total dedicación a Cristo".
AC;ANIVERSARIO SEMINARIO;...;CATANZARO;VIS;20020318;320;
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