Ciudad
del Vaticano, 7 de febrero de 2016 (Vis).-Después de rezar el
Ángelus, Francisco reiteró su preocupación por la dramática
suerte de las poblaciones civiles afectadas por los violentos
combates en ''la amada Siria y obligadas a abandonar todo para huir
de los horrores de la guerra''. ''Espero que con generosa
solidaridad -dijo- se preste la ayuda necesaria para asegurar su
supervivencia y la dignidad, y hago un llamamiento a la Comunidad
internacional para que no ahorre esfuerzo alguno para sentar
urgentemente a la mesa de negociación a las partes en causa. Sólo
una solución política del conflicto garantizará un futuro de
reconciliación y paz a ese amado y martirizado país por el que os
pido que recéis mucho''.
Después
de rezar con todos los fieles de la Plaza de San Pedro un Ave María
por Siria, el Santo Padre recordó que hoy en Italia, se celebra la
Jornada por la Vida, cuyo tema este año es "La misericordia
hace florecer la vida." ''Me uno a los obispos italianos para
desear por parte de los dibersos sujetos institucionales, educativos
y sociales un renovado compromiso a favor de la vida humana desde
la concepción hasta su fin natural. Hay que ayudar a nuestra
sociedad a curarse de todos los ataques contra la vida, osando un
cambio interior, que se manifiesta también a través de las obras
de misericordia''.
''Mañana
-continuó- es la Jornada de oración y reflexión contra la trata
de personas, que da a todos la oportunidad de ayudar a los nuevos
esclavos de hoy a romper las pesadasa cadenas de la explotación
para reapropiarse de su libertad y su dignidad. Pienso, en
particular, en las tantas mujeres y niños, en tantos hombres... Es
necesario hacer todos los esfuerzos posibles para acabar con este
delito, y esta vergüenza intolerable''.
Igualmente,
mañana lunes en el Lejano Oriente y en diversas partes del mundo,
millones de hombres y mujeres celebran el Año Nuevo Lunar y el Papa
deseo a todos que experimentasen ''la serenidad y la paz dentro de
sus familias, que son el primer lugar donde se viven y transmiten
los valores del amor y la fraternidad, la convivencia y el
intercambio, la atención y el cuidado de los demás. Y que el Año
Nuevo traiga los frutos de la compasión, la misericordia y la
solidaridad''.
Por
último el Papa saludó a la comunidad sacerdotal del Colegio
Mexicano de Roma a los que agradeció sus oraciones para acompañar
su próximo viaje apostólico a México ''y también el encuentro que
tendré en La Habana con mi querido hermano Kiryl'', concluyó.
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