Ciudad
del Vaticano, 9 de febrero de 2016 (Vis).-''Vuestra tradición es una
tradición de perdón, de conceder el perdón'', ha dicho el Papa
Francisco a los Frailes Menores Capuchinos de todo el mundo que esta
mañana han participado en la misa celebrada en el altar de la
Cátedra de la basílica de San Pedro con motivo de la traslación de
los restos de san Pío de Pietrelcina y de san Leopoldo Mandić.
''Entre
vosotros hay grandes confesores: Es porque se sienten pecadores... y
ante la grandeza de Dios siguen rezando: ''Escucha, Señor, y
perdona''. Y porque saben rezar saben perdonar; en cambio cuando
alguno se olvida de la necesidad de pedir perdón, lentamente se
olvida de Dios...El humilde, el que se siente pecador, es un gran
perdonador en el confesionario'', ha señalado el Santo Padre en su
homilía.
''Os
hablo como hermano y en vosotros quisiera hablar a todos los
confesores, especialmente en este Año de la Misericordia: El
confesionario es para perdonar. Y si no puedes dar la absolución
-pongo esta hipótesis- por favor, no des ''estacazos''. La persona
que va, va a buscar consuelo, perdón, paz en su alma. ¡Que
encuentre un padre que lo abrace y le diga: ''Dios te quiere'' y que
se lo haga sentir!. Y, me disgusta decirlo -ha proseguido Francisco-
pero cuánta gente -creo que la mayoría de vosotros lo haya
escuchado alguna vez- dice: ''Yo no voy nunca a confesarme porque una
vez me han preguntado esto o lo otro'' ¡Por favor!''.
''Pero
vosotros, los Capuchinos, tenéis este don especial del Señor:
Perdonar. Y yo os pido: No os canséis de perdonar...Hay tantos
lenguajes en la vida: el lenguaje de la palabra...pero también el de
los gestos. Si una persona se acerca a mí, al confesionario es
porque siente algo que le pesa, que quiere quitarse...Si se acerca es
porque quiere cambiar, ser otra persona y lo expresa con el gesto de
acercarse. No es necesario hacerle preguntas: ''Pero, ¿tu...?'' Si
una persona viene es porque no quiere hacer más lo que ha hecho.
Pero tantas veces no pueden, porque están condicionados por su
psicología, por su vida, por su situación''.
El
Santo Padre ha finalizado subrayando que el perdón es ''una semilla,
una caricia de Dios'' y exhortando a los Capuchinos a tener confianza
en el Padre porque poseen el carisma de los confesores. ''Retomadlo
-ha dicho- renovadlo siempre. Y sed grandes perdonadores porque el
que no sabe perdonar acaba... siempre acusando. Y ¿quien es el gran
acusador en la Biblia? ¡El diablo!. Así que, o haces el oficio de
Jesús que perdona dando la vida... o haces el oficio del diablo que
condena y acusa... No se que más deciros. En vosotros lo digo a
todos, a todos los sacerdotes que van a confesar. Y si no pueden, que
sean humildes y digan: ''No, yo no celebro misa. Yo friego el suelo,
hago de todo, pero confesar, no, porque no lo sé hacer''. Y pedid al
Señor la gracia, la gracia que pido para cada uno de vosotros, para
todos vosotros, para todos los confesores, para mí también''.
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