Ciudad
del Vaticano, 18 de noviembre de 2015 (Vis).-En el umbral del Jubileo
del Año de la Misericordia, el Papa Francisco dedicó la catequesis
de la audiencia general de los miércoles al sentido de la ''puerta
santa'', como la que el Pontífice abrirá el próximo 8 de diciembre
en la basílica de San Pedro. Esa gran puerta es la de la
misericordia de Dios, que acoge nuestro arrepentimiento y nos da la
gracia del perdón. Una puerta que está abierta generosamente, pero
cuyo umbral debe atravesarse con valentía.
Francisco
se refirió al reciente Sínodo de los Obispos, que ha dado a
todas las familias, y a toda la Iglesia, un fuerte impulso para
encontrarse ante el umbral de esta puerta abierta. La Iglesia ha sido
animada a abrir sus puertas para salir con el Señor al encuentro de
sus hijos e hijas en el camino, a veces inciertos, a veces
extraviados, en estos tiempos difíciles. Y las familias cristianas,
en particular, han sido alentadas a abir la puerta al Señor. Pero
el Señor nunca fuerza la puerta, pide permiso para entrar por las
nuestras pero ''sus" puertas están siempre abiertas.
Ahora
bien, como señaló el Santo Padre, hay lugares en el mundo donde las
puertas no se cierran con llave, pero hay muchos donde las puertas
blindadas se han convertido en algo normal. Y en este sentido,
subrayó que no nos debemos rendir a la idea de tener que aplicar
este sistema a toda nuestra vida, a la vida de la familia, de la
ciudad y de la sociedad. Y también de la Iglesia, porque una Iglesia
inhóspita, así como una familia encerrada en sí misma, mortifica
el Evangelio y vuelve árido el mundo.''¡Nada de puertas blindadas
en la Iglesia- exclamó- Todo abierto!.''
La
gestión de las "puertas" simbólicas - los umbrales, los
pasos, las fronteras, - se ha vuelto crucial. La puerta, observó
el Papa, debe proteger ciertamente, pero no rechazar . La puerta no
debe ser forzada, por el contrario, hay que pedir permiso para
entrar porque la hospitalidad brilla en la libertad de la acogida, y
se ensombrece en la arrogancia de la invasión. La puerta se abre con
frecuencia para ver si hay alguien fuera esperando, y tal vez no
tiene el coraje, tal vez ni siquiera la fuerza para llamar. ''Cuanta
gente ha perdido la confianza... para llamar a la puerta de nuestro
corazón cristiano, a las puertas de las Iglesias... Les hemos
quitado la confianza ¡Que no suceda nunca!... Las puertas
dicen muchas cosas de las casas y de la Iglesia''.
Nosotros
mismos somos los guardianes y los servidores de la Puerta de Dios,
que es Jesús, afirmó Francisco. Jesús es la puerta que nos permite
entrar y salir porque el rebaño de Dios es un refugio, no una
cárcel. Si nos acercamos a la puerta y escuchamos la voz de Jesús,
estamos seguros de estar a salvo. Si el guardian escucha la voz del
Pastor, abre y deja entrar a todas las ovejas que el Pastor lleva: a
todas, incluidas las que se han perdido en los bosques más remotos,
que el Buen Pastor ha ido a recoger. Las ovejas no las elige el
guardián, sino el Buen Pastor. Pero también el guardian escucha la
voz del Pastor. Y, en este sentido, podríamos decir que debemos ser
como él. ''La Iglesia -subrayó- es la portera de la casa del
Señor, no es la dueña de la casa del Señor.
El
Papa reiteró al final de su catequesis que la Sagrada Familia de
Nazaret sabía lo que significa una puerta abierta o cerrada, para
lo que están esperando un hijo, para los que no tienen vivienda,
para aquellos que tienen que escapar del peligro, y pidió a las
familias cristianas que hicieran del umbral de su casa un pequeño
signo de la gran puerta de la misericordia y de la acogida de Dios.
Del mismo modo exhortó a la Iglesia a ser reconocida en todos los
rincones de la tierra, ''como la guardiana de un Dios que llama, como
la acogida de un Dios que no te da con la puerta en las narices, con
la excusa de que no eres de casa''.
''Con
este espíritu -concluyó- nos acercamos al Jubileo: habrá una
puerta santa, pero es la puerta de la gran misericordia de Dios.Que
también la puerta de nuestro corazón se abra para que todos
recibamos el perdón de Dios y perdonemos a nuestra vez, acogiendo a
todos a los que llaman a nuestra puerta''.
No hay comentarios:
Publicar un comentario