Ciudad
del Vaticano, 10 de septiembre de 2015 (Vis).-Los
Obispos son testigos del Resucitado, pedagogos, guías espirituales y
catequistas, mistagogos y misioneros. Así lo ha afirmado el Papa
Francisco al recibir esta mañana en la Sala Clementina a los nuevos
obispos (unos ciento treinta) ordenados en el curso de este año y a
quienes acompañaban los cardenales Marc Ouellet PS, y Leonardo
Sandri, respectivamente Prefectos de la Congregación para los
Obispos y de la Congregación para las Iglesias Orientales.
Reproducimos a continuación amplios extractos del discurso que el
Santo Padre les ha dirigido.
''Obispos....
sois testigos del Resucitado. Esta es vuestra tarea primordial e
insustituible. A vosotros se os ha confiado la predicación de la
realidad que sostiene todo el edificio de la Iglesia: ¡Jesús ha
resucitado!...También nosotros resucitaremos con Cristo... No se
trata de una proclamación obvia ni fácil. El mundo está tan
contento con su presente, al menos en apariencia, con lo que es capaz
de proporcionarle lo que es útil para suprimir la pregunta de lo
que es definitivo... Y sin embargo, nos asaltan preguntas cuyas
respuestas pueden venir solamente del futuro definitivo. ¿Cómo
podríamos hacer frente al difícil presente si se desdibujase en
nosotros un sentido de pertenencia a la comunidad del
Resucitado?..¿Podríamos recordar la grandeza del destino humano si
se debilitase en nosotros el valor de subordinar nuestra vida al amor
que no muere?''.
''Pienso
en los dramáticos desafíos como la globalización, que acerca lo
que está lejos y por otro lado aleja lo cercano. Pienso en el
fenómeno epocal de la migración que trastorna nuestros días.
Pienso en el ambiente natural, el jardín que Dios ha dado como
hogar al ser humano y a otras criaturas y que está amenazado por la
explotación miope y a menudo depredadora. Pienso en la dignidad y el
futuro del trabajo humano, del que están privadas enteras
generaciones. Pienso en la desertificación de las relaciones..., en
el desamparo de tantos jóvenes y la soledad de muchos ancianos...No
quisiera concentrarme sobre una agenda de estas tareas porque no
quiero asustaros... Me empuja solamente entregaros, una vez más,
la alegría del Evangelio...Recordad siempre que el Evangelio os
protege y no tengáis miedo de ir a ningua parte y de estar con los
que el Señor os ha confiado ...Ninguna esfera de la vida humana está
excluida del interés del corazón del pastor...Guardaos del peligro
de dejar de lado las múltiples realidades de vuestro rebaño, no
renunciéis a los encuentros, no ahorréis la predicación de la
Palabra viva del Señor. Invitad a todos a la misión'',
Obispos
educadores, guías espirituales y catequistas
''Con
los que son de casa, asisten a vuestra comunidad y reciben la
Eucaristía, os invito a haceros obispos educadores, guías y
catequistas espirituales, capaces de llevarlos de la mano y hacerles
subir al Tabor, de guiarlos al conocimiento del misterio que
profesan... No escatiméis energías para acompañarlos en la subida.
No dejéis que se resignan a las llanuras''.
Obispos
mistagogos
''Recuerdo
a las personas bautizadas pero que no viven las exigencias del
Bautismo. Quizás se ha pensado durante mucho tiempo que la tierra en
la que cayó la semilla del Evangelio no necesitaba cuidados. Algunos
se han alejado, decepcionados de las promesas de la fe, o porque les
parecía demasiado exigente el camino para alcanzarlas. No pocos han
salido dando un portazo, echandónos en cara nuestras debilidades y
buscando convencerse, sin conseguirlo del todo, que estaban engañados
por esperanzas al final desmentidas. Sed obispos capaces de
interceptar su camino... No os escandalicéis de su dolor o de sus
decepciones. Iluminadlos con la llama... siempre capaz de iluminar
lo que alcanza con su claridad, y sin embargo, nunca
deslumbrante...Dedicad tiempo a reuniros con ellos en su camino a
Emaús. Dadles palabras que les revelen lo que todavía no son
capaces de ver: el potencial oculto en sus propias desilusiones...Más
que con palabras, calentad sus corazones con la escucha humilde e
interesada en su verdadero bien, para que se abran sus ojos e ,
inviritiendo su curso vuelvan a Aquel de quien se habían alejado''.
Obispos
misioneros
Como
pastores misioneros de la salvación gratuita de Dios, buscad también
a aquellos que no conocen a Jesús o lo han rechazado siempre. Ir en
su dirección...sin miedo ni temor... No es cierto que podemos
prescindir de estos hermanos lejanos. No nos está permitido
despreocuparnos de su suerte....Viendo en nosotros al Señor que
los interpela, tal vez tengan el valor de responder a la invitación
divina. Si fuera así, nuestras comunidades se enriquecerán con todo
lo que tienen que compartir, y nuestros corazones de Pastores se
regocijarán al repetir una vez más: "Hoy ha llegado la
salvación a esta casa."
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