Ciudad
del Vaticano, 21 de abril 2015 (VIS).-El Papa Francisco envío ayer
tarde un mensaje al patriarca de la Iglesia Ortodoxa Tewahedo de
Etiopía, Su Santidad Abunas Matthias, tras la noticia de la matanza
de 28 cristianos etíopes secuestrados en Libia por el grupo Isis.
''Con
gran consternación y dolor -escribe el Santo Padre- he recibido la
noticia de la enésima violencia perpetrada contra cristianos
inocentes en Libia. Sé que Vuestra Santidad sufre profundamente por
las atrocidades de las que son víctimas sus amados fieles,
asesinados sólo por el hecho de seguir a nuestro Señor y Salvador
Jesucristo. Me dirijo a Usted, con la solidaridad más sentida, para
asegurarle mi cercanía en la oración frente al continuo martirio
que se inflige de una forma tan cruel a los cristianos en África, en
Oriente Medio y en algunas regiones de África.
No
hay ninguna diferencia en que las víctimas sean católicos, coptos,
ortodoxos o protestantes. ¡Su sangre es la misma en su confesión de
Cristo! La sangre de nuestros hermanos y de nuestras hermanas
cristianos es un testimonio que grita para hacerse escuchar por todos
los que todavía saben distinguir el bien del mal. Y este grito lo
deben escuchar sobre todo aquellos que tienen en las manos el
destino de los pueblos.
En
este período nos llena la alegría pascual de los discípulos a los
que las mujeres llevaron el anuncio de que ''Cristo ha resucitado de
entre los muertos''. Este año nuestra alegría, que no cesa, está
ofuscada por el dolor. Y sin embargo, sabemos que la vida que vivimos
en el amor misericordioso de Dios es más fuerte que el sufrimiento
que sienten todos los cristianos, un sufrimiento que une a los
hombres y las mujeres de buena voluntad de todas las tradiciones
religiosas.
Con
mi más sentidas condolencias, intercambio con Vuestra Santidad el
abrazo de la paz en Cristo nuestro Señor''.
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