Ciudad
del Vaticano, 16 de febrero de 2015.-El reverendo John P. Chalmers,
Moderador de la Iglesia de Escocia (Reformada) y un grupo de
representantes de la misma fueron recibidos esta mañana en audiencia
por el Santo Padre que, saludándoles, manifestó su agrado por
encontrarles y compartir con ellos el compromiso común en el
servicio del Evangelio y de la causa de la unidad de los cristianos.
''Ilustres
y santas figuras cristianas pertenecientes a diversas confesiones
han contribuido al desarrollo de la rica tradición histórica y
cultural escocesa -observó- Y el estado actual de las relaciones
ecuménicas en Escocia atestigua que cuanto, como cristianos, tenemos
en común, es más grande que lo que puede dividirnos. Sobre esta
base el Señor nos llama a buscar formas todavía más eficaces para
superar viejos prejuicios y encontrar nuevas formas de afinidad y
colaboración''.
El
Papa constató con alegría que las relaciones entre la Iglesia
Católica y la Iglesia de Escocia se hayan desarrollado hasta el
punto de que los retos planteados por la sociedad contemporánea se
enfrenten través de una reflexión común y de que en muchos casos
''hablemos con una voz sola sobre cuestiones que tocan muy de cerca
la vida de todos los fieles'', también porque ''en nuestro mundo
globalizado y, a menudo desorientado, un testimonio cristiano común
es un requisito necesario para que la incisividad de nuestros
esfuerzos de evangelización''.
''Somos
peregrinos y tenemos que peregrinar juntos. Tenemos que aprender a
confiar el corazón al compañero de camino sin recelos, sin
desconfianzas, y mirar ante todo lo que buscamos: la paz en el rostro
del único Dios'', dijo Francisco citando su Exhortación Apostólica
''Evangelii Gaudium'' y reiteró que la fe y el testimonio cristiano
se encuentran ante desafíos tan fuertes que ''solamente uniendo
nuestros esfuerzos podremos prestar un servicio eficaz a la familia
humana y permitir que la luz de Cristo ilumine todos los rincones
oscuros de nuestro corazón y de nuestro mundo''.
''¡Que
el camino de reconciliación y paz entre nuestras comunidades nos
acerque cada vez más unos a otros para que, movidos por el Espíritu
Santo llevemos a todos la vida y la llevemos en abundancia!, exclamó
el Papa y añadió improvisando:
''Me permito recurrir a mi lengua materna para expresar un hondo y
triste sentimiento. Hoy pude leer la ejecución de esos 20,21, 22
cristianos coptos. Solamente decía Jesús ayúdame. Fueron
asesinados por el sólo hecho de ser cristianos. Usted hermano en su
alocución se refirió a lo que pasa en la tierra de Jesús. La
sangre de nuestros hermanos cristianos es un testimonio que grita.
Sean católicos, ortodoxos, coptos, luteranos, no interesa: son
cristianos. Y la sangre es la misma, la sangre confiesa a Cristo.
Recordando a estos hermanos que han sido muertos por el sólo hecho
de confesar a Cristo, pido que nos animemos mutuamente a seguir
adelante con este ecumenismo que nos está alentando el ecumenismo de
la sangre. Los mártires son de todos los cristianos, recemos unos
por los otros''.
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