Ciudad
del Vaticano, 3 febrero 2015
(VIS).-Esta mañana en la Oficina
de Prensa de la Santa Sede ha tenido lugar la presentación de la
Primera Jornada Internacional de Oración y Reflexión contra la
trata de personas. La Jornada se celebra el 8 de febrero fiesta de
santa Josefina Bakhita- la esclava sudanesa que una vez liberada se
hizo monja canosiana y fue declarada santa en el año 2000 – y su
tema es : "Enciende una luz contra la trata". Está
promovida por el Pontificio Consejo para la Pastoral de los
Emigrantres e Itinerantes el Pontificio Consejo Justicia y Paz y la
Unión Internacional femenina y masculina de Superiores Generales
(UISG y USG)
La rueda de prensa ha contado con la
presencia de los cardenales Joao Braz de Aviz, Prefecto de la
Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las
Sociedades de Vida Apostólica; Antonio Maria Vegliò, Presidente del
Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes y
Peter Kodwo Appiah Turkson, Presidente del Pontificio Consejo
Justicia y Paz. Asimismo han intervenido Sor Carmen Sammut, MSOLA,
Presidente de la Unión Internacional de Superiores Generales y Sor
Gabriella Bottani SMC, Coordinadora de Talitha Kum (la Red
Internacional de la Vida Consagrada contra la trata de personas), Sor
Valeria Gandini SMC y Sor Imelda Poole IBVM, coordinadora de la red
europea de Talitha Kum.
En
su intervención, el cardenal Turkson ha recordado que hoy en día,
''millones de personas, niños, mujeres y hombres de todas las
edades, se ven privados de libertad y obligados a vivir en
condiciones similares a la esclavitud. Para aquellos que claman,
generalmente en silencio por la liberación, santa Josefina Bakhita
es un testigo ejemplar de la esperanza. Todos, tanto las víctimas
como sus defensores, deberíamos inspirarnos en su vida y confiar
nuestros esfuerzos a su intercesión''.
''El
Santo Padre -continuó- nos invita a todos a reconocer que estamos
frente a un fenómeno global que excede la competencia de cualquier
comunidad o país, y que para eliminarlo, necesitamos una
movilización comparable en tamaño a la del propio fenómeno''. El
prelado explicó que el Día Internacional contra la trata de
personas es una movilización de la conciencia y de la oración a
escala global. ''Nuestra conciencia debe ampliarse y extenderse a lo
más profundo de este mal y hasta sus alcances más lejanos -añadió-.
De la conciencia a la oración, de la oración a la solidaridad, y de
la solidaridad a la acción concertada, hasta que la esclavitud y la
trata desaparezcan''.
En
ocasión de esta primera jornada de oración y reflexión, las
diócesis, parroquias, asociaciones, familias y todas las personas
están invitadas a reflexionar y rezar para arrojar luz sobre este
crimen (de ahí también el tema del 8 de febrero). También
se celebrarán vigilias de oración en diferentes países que
culminarán con la participación a la oración del Ángelus en la
Plaza de San Pedro el 8 de febrero.
Para
ese día, los organizadores invitan a rezar la siguiente oración:
''Cuando
escuchamos hablar de niños, niñas, hombres
y
mujeres engañados y llevados a lugares
desconocidos
para explotación sexual, trabajo forzado
y
venta de órganos, nuestro corazón siente indignación
y
nuestro espíritu sufre, porque su dignidad
y
sus derechos son violados con amenazas, engaños y
violencia.
Dios,
ayúdanos a contrarrestar con nuestra vida toda
forma
de esclavitud. Te pedimos junto a Santa Bakhita
para
que la trata de personas termine. Danos la
sabiduría
y la fuerza para estar cerca de todos los que
han
sido heridos en el cuerpo, en el corazón y en el
espíritu,
para que juntos podamos realizar tu promesa
de
vida y de amor tierno e infinito por estos
nuestros
hermanos y hermanas explotados.
Toca
el corazón de quien es responsable de este grave
crimeny
apoya nuestro compromiso por la libertad,
tu
regalo para todos tus hijos e hijas. Amen''.
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