Ciudad
del Vaticano, 12 noviembre 2014
(VIS).- ''Con gran inquietud sigo los dramáticos acontecimientos de
los cristianos que en diversas partes del mundo son perseguidos y
asesinados por sus creencias religiosas -ha dicho Francisco al final
de la audiencia-. Siento la necesidad de expresar mi profunda
cercanía espiritual a las comunidades cristianas golpeadas por una
violencia absurda que no parece detenerse y animo a los pastores y a
todos los fieles a ser fuertes y firmes en la esperanza''.
Con
estas palabras, el Papa ha lanzado un llamamiento urgente a aquellos
que tienen responsabilidad política a nivel local e internacional,
así como a todas las personas de buena voluntad para que se
movilicen las conciencias en favor de los cristianos perseguidos
''que tienen derecho de encontrar en sus propios países la paz y la
seguridad, profesando libremente su fe''.
Antes
de concluir, el Papa ha saludado a los fieles en los diferentes
idiomas, dirigiendo a los peregrinos provenientes de México unas
palabras especiales e improvisadas. ''Quiero de alguna manera
expresar a los mexicanos, a los aquí presentes y a los que están en
la patria, -ha dicho- mi cercanía en este momento doloroso de legal
desaparición, pero, sabemos, de asesinato de los estudiantes. Se
hace visible la realidad dramática de toda la criminalidad que está
detrás del comercio y tráfico de drogas. Estoy cerca de ustedes y
de sus familias''.
Francisco
también ha recordado que en estos días se conmemora el trigésimo
aniversario de la firma del tratado de paz entre Argentina y Chile,
que se llevó a cabo gracias a la ''voluntad de diálogo'' y
recordando con gratitud el papel que san Juan Pablo II y el
cardenal Antonio Samorè jugaron en dicho tratado,
manifestó el deseo de que ''todos los pueblos que tengan
conflictos de cualquier índole, sean limítrofes o culturales, se
animen a solucionarlos en la mesa del diálogo y no en la crueldad de
una guerra''.
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