Ciudad
del Vaticano, 3 septiembre 2014
(VIS).-En los saludos en diversos idiomas, al final de la catequesis
de la audiencia general, el Papa habló a los peregrinos de lengua
árabe, en particular a los procedentes de Iraq, recordándoles que
la Iglesia es madre y , al igual que sabe acompañar al hijo
necesitado y buscar al perdido, también sabe ''defender a los hijos
indefensos y perseguidos''. ''Hoy -dijo- quisiera asegurar,
especialmente a estos últimos, a
los indefensos y perseguidos, la cercanía: ¡estáis en el
corazón de la Iglesia, la Iglesia sufre con vosotros y está
orgullosa de vosotros, orgullosa de
tener hijos como vosotros, sois su fuerza y el testimonio
concreto y auténtico de su mensaje de salvación, de perdón y de
amor¡ Os abrazo a todos, a
todos,¡Que el Señor os bendiga y os proteja siempre!.
Después
habló a los peregrinos de Polonia en que algunas ciudades recuerdan
estos días el 75 aniversario de la segunda Guerra Mundial.
''Confiemos a la misericordia de Dios a los que perdieron la vida por
amor de la patria y de los hermanos -señaló- e invoquemos el don de
la paz para todas las naciones de Europa y del mundo.
Hoy, especialmente tenemos necesidad de la paz. Invoquemos el don de
la paz por intercesión de María, Reina de la Paz''.
Por
último, saludando a los fieles procedentes de la diócesis italiana
de Terni-Narni-Amelia, expresó su preocupación por la grave
situación que viven muchas familias de Terni debido a los proyectos
de la empresa Thyssenkrupp y renovó el llamamiento para que ''no
prevalezca la lógica del beneficio, sino la de la solidaridad y la
justicia. En el centro de cualquier cuestión, también la laboral,
está siempre la persona y su dignidad. ¡Con
el trabajo no se juega! Y el que por motivos de dinero, de negocios,
de ganar más, deja sin trabajo, tiene que saber que está quitando
la dignidad a las personas''.
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