Ciudad
del Vaticano, 25 junio 2014
(VIS).- En la Audiencia General de esta mañana en la Plaza de San
Pedro, el Santo Padre ha continuado hablando sobre el Pueblo de Dios,
tema que comenzó a tratar el pasado miércoles. Hoy ha destacado la
importancia que tiene para un cristiano pertenecer a este pueblo.
Francisco ha recordado que no somos cristianos aislados. ''Nuestra
identidad es la pertenencia -ha dicho-. Somos cristianos porque
pertenecemos a la Iglesia. Es como un apellido: si el nombre es "soy
cristiano", el apellido es "pertenezco a la Iglesia".
''Nadie
llega a ser cristiano por sí mismo -ha continuado mencionando a
todos aquellos creyentes que nos han precedido-. Si creemos, si
oramos, si conocemos al Señor y podamos escuchar su Palabra, si le
sentimos cerca y lo reconocemos en nuestros hermanos, es porque otros
antes que nosotros han vivido la fe y luego nos la han trasmitido,
nos la han enseñado... La Iglesia -ha añadido- es una familia en la
cual se vive acogidos y se aprende a vivir como creyentes y
discípulos del Señor Jesús''. El Papa ha explicado que este camino
lo podemos vivir no solo gracias a otras personas sino junto a otras
personas y ha destacado que ''en la Iglesia no existe el 'hazlo solo'
o los jugadores libres''.
''¿Cuántas
veces el Papa Benedicto XVI ha descrito a la Iglesia como un
"nosotros" eclesial? A veces escuchamos: Yo creo en Dios,
creo en Jesús, pero la Iglesia no me interesa... Hay quien cree que
puede tener una relación personal, directa e inmediata con
Jesucristo fuera de la comunión y de la mediación de la Iglesia.
Son tentaciones peligrosas y dañinas. Son dicotomías absurdas. Es
cierto que caminar juntos es un reto, y a veces puede ser agotador...
Pero el Señor ha confiado su mensaje de la salvación a los seres
humanos, a todos nosotros, los testigos; y es en nuestros hermanos y
nuestras hermanas, con sus dones y sus límites, que viene a nosotros
y se da a conocer. Y esto significa pertenecer a la Iglesia.
Recordadlo bien: ser cristiano significa pertenecer a la Iglesia''.
Antes
de concluir el Pontífice ha pedido rezar a la Virgen para que ''nos
ofrezca la gracia de no caer en la tentación de pensar que podemos
hacer las cosas sin los otros, prescindiendo de la Iglesia,
salvándonos solos como cristianos de laboratorio. Por el contrario,
no se puede amar a Dios sin amar a nuestros hermanos; no se puede
amar a Dios fuera de la Iglesia, no se puede estar en comunión con
Dios sin estar con la Iglesia y no podemos ser buenos cristianos sin
estar juntos a todos aquellos que buscan seguir al Señor Jesús,
como un solo pueblo, un único cuerpo''.
Asimismo,
al final de la catequesis el Papa ha saludado a una delegación de la
Bethlehem University -la primera universidad establecida en la Franja
Oeste e inspirada en los principios de los Hermanos de las Escuelas
Cristianas De La Salle- que este año celebra el cuarenta aniversario
de su fundación y les ha dado las gracias en particular ''por la
loable actividad académica desarrollada en favor del pueblo
palestino''.
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